Telecomunicaciones

Cellnex espera crecer en las redes privadas de la industria en los próximos años a través del 5G

Cellnex
Torre de Cellnex.

Las empresas y la industria, en general, se preparan para un revolución tecnológica de la mano del 5G, que permitirá una mayor eficiencia en los procesos mediante la robotización o el mantenimiento a distancia de las plantas, por poner un par de ejemplos. En ese negocio, que se prevé que tenga un crecimiento exponencial, se ha posicionado el operador de infraestructuras de telecomunicaciones Cellnex, que espera aprovechar las oportunidades en el futuro que brinden las redes privadas de empresas,  según fuentes cercanas a la compañía.

Tobías Martínez, el consejero delegado de Cellnex, lo ha dicho en múltiples ocasiones públicamente: «el 5G será industrial o no será». En otras palabras: esta tecnología va más allá de la comunicación móvil entre personas, de que sean posibles más datos a mayor velocidad en los teléfonos. El 5G está pensado para los objetos y en ese concepto entran en juego los procesos industriales. Y es que con la inteligencia artificial y las realidades aumentadas se pueden prevenir averías y simular operaciones con el fin de mejorar eficiencias. En ese maremágnum, la latencia del 5G -el tiempo de respuesta- es clave ya que tiende a cero y permite operar en tiempo real, y su aplicación en la industria es uno de los terrenos en los que se prevé más futuro. «El 5G no va de conectividad, va de productividad», ha afirmado Martínez más de una vez.

Sin perder de vista que el negocio estratégico de Cellnex son las torres, las redes privadas de empresa están vinculadas los activos adyacentes a estas infraestructuras. Pero, además, la compañía compró en julio de 2020 la startup finlandesa Edzcom, especializada en desarrollar este tipo de redes en puertos, aeropuertos, minas y empresas gasistas. Por tanto, las bases están bien asentadas para impulsar estos proyectos. De hecho, Cellnex ya ha empezado a materializarlos. Con la petroquímica BASF ha desarrollado una red privada en su centro de Tarragona que permite el desplazamiento automático de vehículos dentro de la planta. En Holanda, también ha establecido una red para los puertos de Groningen y, en Reino Unido, para un área industrial en Basingstoke, al sur de Londres, de la que se podrán beneficiar todas las empresas que están en esa zona.

En muchos casos, han sido las empresas las que han contactado con Cellnex para desplegar redes de infraestructuras de conectividad. Esto seguirá sucediendo, lo que se enmarcará como crecimiento orgánico, prevén fuentes cercanas al grupo.

El espectro, clave para las redes privadas

El espectro es importante para el desarrollo de redes privadas. En algunos países como Alemania, Francia, Finlandia, Suecia o Reino Unido, la subasta de espectro está concebida para el 5G y ya hicieron una reserva para ese fin en las bandas de frecuencia con el objetivo de que las puedan utilizar algunas industrias, como las utilities. Esas redes privadas están pensadas para grandes complejos industriales en el sector de la electricidad, aguas, energía o el automóvil. En España, la explosión de estos servicios será posible gracias a la licitación este año de la banda de 26.000 MHz, en la que habrá frecuencia suficiente para que las empresas tengan acceso a espectro propio.

«Lo único que hay que desarrollar es una infraestructura en esa banda de frecuencia para desplegar esa red privada sobre la cual desarrollas esos casos de uso», explican fuentes del mercado. Actualmente, este negocio representa «poco» en las cuentas de Cellnex, pero tiene potencial, afirman. Como operador de infraestructuras, forma parte de su proceso de innovación constante, propio de la evolución de las necesidades del mercado, añaden.

Sin embargo, la compañía tiene un «enfoque prudente» pese a que cuentan con capacidad para desplegar este tipo de infraestructuras. En algunos casos, pueden llegar a coincidir en este mercado con las operadoras de telecomunicaciones, que son sus clientes, pero su intención no es competir con ellos. «En muchos casos se puede hacer de la mano de las telecos», señalan las mismas fuentes.

Pese a que las redes privadas revolucionarán el modelo de gestión de las empresas, ya que el 5G podría ser la espoleta para la digitalización definitiva de la industria, no será un proceso que se producirá de la noche a la mañana, y el horizonte está puesto en 2025. En la actualidad, se están desplegando redes pero el caso de uso suele ser «piloto» para comprobar antes si es útil en temas de logística, seguridad laboral, eficiencia de procesos, cobertura de conectividad en las plantas. «Ese desarrollo vendrá en los próximos años», aseguran las fuentes.

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