Cataluña urge la condonación de deuda: tiene que devolver 4.150 millones a Hacienda en septiembre

El Gobierno de Cataluña (ERC, en funciones) tiene que devolver a Hacienda de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) algo más de 4.150 millones de euros en las próximas semanas, entre julio y septiembre, según documentos de la Generalitat de Cataluña. Es la parte mollar de la deuda que tiene que devolver el Gobierno catalán este año por los créditos concedidos por la Administración central, y que asciende a 6.990 millones de euros.

En concreto, y según un documento del Ejecutivo catalán destinado a los inversores internacionales, en julio la Generalitat tiene que devolver 1.958 millones de euros de los mecanismos de liquidez puestos en marcha por el Gobierno central para financiar a las comunidades autónomas y que no se quedaran sin liquidez ante la imposibilidad de que acudiera a los mercados internacionales por la grave crisis económica.

En agosto tiene que devolver otros 23 millones de euros y, en septiembre, otros 2.171 millones de euros, como muestra el gráfico incluido en el informe. A cierre de abril de este año, la deuda total de Cataluña por estos mecanismos de liquidez -FLA y Fondo de Facilidad Financiera (FFF)- con Hacienda ascendía a 74.442 millones de euros. El 85% de la deuda que tiene el Gobierno regional en total es con la Administración central.

Estos fondos tienen que ser devueltos por la Generalitat de Cataluña a un tipo de interés que va desde el 0,65%-1,57% del FLA de 2012 a 2022 -todavía debe 40.000 millones de euros de esos años- hasta el 3,497% de los préstamos recibidos en 2023 y al 3% de los de 2024.

En medio de esta situación, ERC, que tiene en funciones el Ejecutivo de la Generalitat y ha gobernado en solitario en los últimos años, está urgiendo a Pedro Sánchez y al PSC de Salvador Illa hacer efectivo el acuerdo firmado en 2023 para la investidura de Sánchez y cerrar la condonación de 15.000 millones de euros de deuda. Es un 20% de la deuda total catalana con Hacienda.

Hace una semana, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló públicamente que Cataluña necesitaba una «financiación singular» y admitió que estaba ya negociando la fórmula para hacer efectiva la condonación de esos 15.000 millones de euros de deuda.

Se da la circunstancia de que el PSOE necesita a ERC para tomar el control de la Generalitat. Tras las elecciones catalanas del 12 de mayo, Illa sólo puede formar gobierno con los 20 votos de ERC y los de Sumar. A su vez, Junts presiona a ERC para que pacte con ellos y formar un gobierno independentista de nuevo en Cataluña, esta vez presidido por Carles Puigdemont, y presiona a Sánchez para que acepte una financiación singular para Cataluña, una especie de cupo catalán.

Mientras unos y otros tratan de ponerse de acuerdo, algo difícil de lograr y todo apunta a una repetición electoral, el tiempo va corriendo. En unos días, Cataluña tiene que devolver a Hacienda casi 2.000 millones y, unas semanas después, otros 2.000 millones. El tiempo corre también para cerrar un acuerdo de investidura en Cataluña: de momento, no habrá candidato en el debate en el Parlamento regional el 25 de junio.

Además, los problemas se reproducen porque el resto de las regiones se ha levantado en contra de una financiación singular para Cataluña, y todas quieren también una condonación de la deuda similar a la catalana -el 20% del total-. El problema es qué hacer con las autonomías que no acudieron a las ayudas del FLA porque no lo necesitaron, como la Comunidad de Madrid.

También dentro de los socios del Gobierno central han surgido discrepancias sobre esa financiación singular, ya que supondrá una merma de recursos para Hacienda y, por extensión, para el resto de las comunidades autónomas. Compromís y la Chunta Aragonesista, integrados en Sumar, han sido los primeros.