El caro arte de fabricar billetes: así es el negocio del papel moneda que controla el Banco de España

El Banco de España pagó el año pasado 65,79 millones de euros por la adquisición de billetes. En 2021, la factura ascendió a 62,04 millones. Aunque con oscilaciones que dependen de las necesidades de papel moneda que hay en cada momento en el sistema controlado por el Banco Central Europeo (BCE), las autoridades españolas vienen a gastarse, de media, algo más de 60 millones de euros en la compra de billetes producidos. Nuestro país tiene su propia fábrica. Es del Estado. La sociedad, Imprenta de Billetes S.A., la crearon el Banco de España y la histórica Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT). El primero tiene el 80% del capital social de Imbisa; la FNMT, el 20%. Fabricar billetes es un arte, y no barato. Exige unas destrezas técnicas muy avanzadas y rodeadas de recetas secretas para garantizar la máxima seguridad y ponérselo difícil a los falsificadores.

Cada país del sistema euro tiene su particular mecanismo organizativo para fabricar y proveer de billetes y monedas al circuito. La maquinaria la supervisa, dirige y controla el BCE, y los bancos centrales de cada país participan en esa cadena de suministro.

En 2015, España tuvo que decidir cómo adaptarse al sistema implantado por el BCE, que estableció que cada estado miembro tenía la opción de fabricar billetes para cubrir sus necesidades por dos vías: o bien con una imprenta especializada de titularidad estatal, o bien sacando la fabricación a concurso en imprentas externas que reunieran unos requisitos muy específicos y acreditados. El BCE optó por la primera opción, y así nació Imbisa.

La constitución de Imprenta de Billetes S.A. fue autorizada por el Consejo de Ministros en noviembre de 2015. Nació con un capital social de 50 millones de euros, pero ahora asciende ya a 220 millones, según las cuentas al cierre de 2022, a las que ha tenido acceso OKDIARIO.

Casi 300 trabajadores

En esta imprenta tan singular trabajan casi 300 personas. De ellas, algo más de 200 en las tareas de producción propiamente dichas, y el resto en lo que Imbisa denomina «estructura», es decir, en las áreas de gestión y administrativas.

En 2020 empezó a construirse la nueva planta de fabricación de Imbisa. Se ha levantado en el distrito madrileño de Vicálvaro, a la que se han empezado a transferir las líneas de producción de la histórica FNMT.

El Banco de España es, a la vez, cliente y proveedor, vendedor y comprador, cobrador y pagador en este particular ‘negocio’ de la fabricación de billetes. Lo es porque es el encargado de pagar por adquirir ese papel moneda que, a su vez, en la parte producida en España, sale de una fábrica de la que es dueño al 80%.

Billetes fabricados cada año

La producción de billetes es una estratégica actividad llena de curiosidades. Según las cifras oficiales de actividad a las que ha tenido acceso este periódico, el año pasado se fabricaron 564 millones de unidades de billetes de 50 euros, 86,1 millones de unidades de billetes de 5 euros y 200.000 unidades de muestra. En total, 650,2 millones de billetes que tuvieron un coste de 62,04 millones de euros para el Banco de España. En el ejercicio anterior, en 2021, pagó 65,79 millones de euros por la producción de 791,3 millones de billetes: 434 millones de billetes de 50 euros, 113,2 millones de unidades de 10 euros –de los que no se produjo ninguno en 2022–, 244 millones de billetes de 5 euros y 100.000 unidades de muestra.

Fabricar billetes es un arte lleno de secretos y de extremas medidas de seguridad. Y la gran materia prima, crucial para esa seguridad, es el papel. De un tipo cargado de especificidades para llevar de cráneo a quienes intenten imitarlo, a los delincuentes que, con más o menos destreza, están dispuestos a hacer negocio criminal con la falsificación de papel moneda.

Hace solo unos días, Imbisa adjudicó a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre un millonario contrato para que le suministre el papel de alta seguridad con el que fabricar los billetes de 5 euros durante el próximo quinquenio. En concreto, el papel para la denominada ‘Serie Europa’ de billetes de 5 €. El contrato es de calibre: 3,38 millones de euros más IVA, lo que totaliza una factura para el quinquenio  de 4,1 millones de euros. Y eso solo para el papel con el que fabricar ese tipo de billetes de 5 €, lo que da idea del coste que tienen estas producciones.

Papel de alto coste

Aunque parezca una obviedad que el papel de los billetes fabricados en España lo aporte la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, no lo es porque esta entidad tiene que competir con fabricantes del resto de Europa. Y eso pese a que la española FNMT, además de fabricante de papel moneda también, es dueña del 20% de Imbisa, la imprenta estatal de billetes. La FNMT tiene que pugnar con otras firmas a nivel europeo para ganarse esos contratos de suministro de papel moneda. Imprenta de Billetes S. A. se rige por criterios mercantiles y de derecho público, así que la adquisición de esa materia prima la tiene que sacar a licitación. Eso sí, por procedimientos especiales, restringidos, dada la seguridad que ha de regir en este particular.

Sobre esa competencia que hay entre fabricantes de papel moneda en Europa de nuevo sirve como ejemplo este reciente y millonario contrato adjudicado por Imbisa para la fabricación de los billetes de 5 € durante los próximos cinco años. El contrato lo ha firmado tras licitarlo mediante «procedimiento negociado sin publicidad». Es un tipo contemplado por la ley para casos especiales, como es este. Así, es el licitador, en este caso Imbisa, el que invita a un número determinado de posibles proveedores, a los que pide ofertas.

Para este contrato, Imbisa invitó a cinco fabricantes, la FNMT y otras cuatro mercantiles de otros tantos países europeos. Solo tres respondieron con ofertas. Y, de las tres presentadas, la que Imbisa ha considerado más ventajosa es la de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Un papel de extraordinaria categoría, en el sentido más literal y dinerario de la expresión.