Energía

Capital Energy no sale de apuros con la venta de su comercializadora a Repsol a precio de derribo

El expresidente de Capital Energy, Juan Lasala
Capital Energy
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Capital Energy alivió ayer un poco su situación económica con la venta de su comercializadora eléctrica minorista a Repsol por un precio que algunas fuentes califican de «poco relevante» y otras directamente «de derribo». Pero no es suficiente para conseguir el capital que necesita para desarrollar los parques eólicos que se ha adjudicado, y que no ha obtenido ni en la fallida salida a Bolsa ni en la búsqueda posterior de un socio por parte de Bank of America Merrill Lynch.

La eléctrica, que no quiso revelar el precio de la operación, al igual que Repsol, tuvo que suspender el año pasado su OPV. Esta operación, dirigida por UBS y Goldman Sachs, no consiguió el precio que deseaba la compañía: se llegó a publicar que se valoraba en 2.000 millones. Eso le obligaba a buscar alternativas para acometer su proyectos, sobre todo los 1.550 megavatios que se ha adjudicado en la última subasta de renovables del Gobierno, a los que hay que sumar otros 405 megawatios en la anterior, según sus propios documentos (oficialmente, hablan de 620).

Capital Energy no tiene problemas para obtener financiación mediante créditos bancarios, bonos y project finance, pero necesita reforzar notablemente su capital porque el promotor de estas infraestructuras tiene que aportar recursos propios y no puede financiar el 100% del coste de desarrollar los parques eólicos.

Dicho coste oscila entre 850.000 euros y 1 millón por megawatio, lo que puede suponer más de 2.000 millones si hacemos caso a las cifras oficiales de la empresa. Y el mercado exige que en cada proyecto se aporte al menos una tercera parte de capital, según fuentes del sector. Eso implicaría cerca de 700 millones. Dado que el capital de Capital Energy en 2020 ascendía a 31 millones según datos del Registro Mercantil (en cuentas individuales, ya que no ha presentado consolidadas), necesita una aportación enorme de fondos propios.

O encontrar socios o vender los proyectos

La venta del negocio minorista a Repsol alivia un poco esa necesidad, pero ni de lejos la resuelve. Por ello, las fuentes consultadas consideran que la compañía tiene dos alternativas para salir del atolladero. La primera es seguir buscando un socio, pero, dada la magnitud de las cifras necesarias, eso supondría una enorme dilución para sus propietarios -los hermanos Jesús y Gloria Martín Buezas- con la consiguiente pérdida de control de la compañía… salvo que ellos aporten nuevo capital.

La segunda opción es vender los proyectos que se ha adjudicado, que se valorarían por el slot conseguido, el aval que ha tenido que poner Capital Energy y un cierto fondo de comercio, a lo que hay que añadir el acceso y la conexión a Red Eléctrica que tienen parte de sus proyectos. En total, entre el 10% y el 15% del coste del proyecto final, puesto que el comprador deberá asumir todo el conste de construir los parques.

Los potenciales compradores serían inversores que tengan prisa por hacerse con activos y no puedan esperar a la próxima subasta del Gobierno, lo cual limita también su número. Y si no hay suficientes interesados y Capital Energy no consigue capital suficiente, tendrá que bajar el precio de venta.

Capital Energy suprimió su consejo de administración tras la suspensión de la OPV y tiene como administradores únicos a los citados hermanos Martín Buezas. Pese a ello, la compañía asegura que mantiene como presidente no ejecutivo a Juan Lasala, exconsejero delegado de Red Eléctrica y gran aficionado del Atlético de Madrid, equipo al que patrocina la compañía.

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