La caída de ventas de Coca-Cola, coches y ropa rebajada confirma un parón del consumo
La caída en España ha sido superior al 1,5% en el último trimestre, lo que avanza unas ventas en el canal 'horeca' inferiores a lo previsto
Las flojas ventas en España de Coca-Cola European Partners (CCEP), el grupo embotellador presidido por Sol Daurella que engloba a los grandes mercados de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, España y otros, sirven de indicador adelantado una vez más de que el consumo español se está frenando con rapidez. En el último trimestre las ventas en Iberia (España, Portugal, Andorra) cayeron un 1,5%, siendo la peor área por encima de Francia, que bajó un 0,5%.
La propia compañía desglosó los dos mercados principales de Iberia para decir que Portugal estaba teniendo un «sólido crecimiento de volumen» mientras que España registraba unas «ventas más moderadas». Esto quiere decir que la caída en el mercado español en el último trimestre ha sido superior al 1,5%.
El consumo es uno de los principales indicadores del PIB en España como en la mayoría de países occidentales. Existen indicadores adelantados que permiten ver cómo está funcionando el gasto de las familias en distintos ámbitos. Estamos hablando del grupo de bebidas con mayor penetración en el país, con una estimación de más de 32 millones de personas que consumieron sus productos de forma agregada en 2017.
Las ventas de Coca-Cola, por tanto, pueden servir de señal para ver la evolución del consumo. En los últimos años que España sufrió recesión como 2013, las ventas de la compañía cayeron de forma acumulada más de un 4% en los nueve primeros meses. La cuota de mercado de las marcas de Atlanta ronda los dos tercios del total de bebidas carbonatadas vendidas en España, con una mayoría vendidas en el canal horeca, y es muy representativa del gasto fuera del hogar, más sensible a la crisis económica que el canal de supermercados e hipermercados.
El frenazo del consumo puede no ser el único motivo por el cual las ventas de un determinado producto de consumo caen. También pueden influir motivos climáticos o tendencias de preferencia de los consumidores, más de largo plazo.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que elabora el CIS de José Félix Tezanos, señala también esta importante caída de la confianza de los consumidores en el mes de diciembre, con una ligera recuperación en enero pero que lo sitúa con un 10% de caída desde agosto.
El textil también avisa
Sin embargo hay otros indicadores adelantados que también están avisando del parón del consumo en los últimos meses. Podemos mencionar las ventas del sector textil, que llevan dos meses especialmente malos según los datos facilitados por la patronal Acotex, con una caída del 1,9% en enero (periodo de Rebajas) y del 3% en diciembre (periodo de Navidades). Aunque parte de las ventas se han trasladado al canal electrónico, la sensación que ha dejado el comercio textil tras el mes de enero ha sido muy preocupante.
En cualquier caso pese a encontrarnos en retroceso respecto a años anteriores, aún estaríamos lejos del hundimiento para las ventas que se experimentó por ejemplo entre los periodos navideños de 2012 y de Rebajas de 2013, donde la caída en las ventas superaron los dos dígitos.
Ventas de vehículos hundida
En sus indicadores sobre consumo privado de España y la Eurozona, el Banco de España incluye con una importancia primordial las ventas de coches, que en cualquier caso han sufrido un gripaje total del motor a la vuelta del verano. Bien sea por los temas impositivos u por otros factores, las ventas de vehículos han caído de forma alarmante a la vuelta del verano, coincidiendo con la caída en confianza del consumidor tal y como señala la institución presidida por Pablo Hernández de Cos.
En el caso de la venta de coches las caídas han superado el 30% durante el mes de enero si se comparan de año en año. Buena parte de estas medidas pueden estar relacionadas con cambios regulatorios, como el que ha realizado el gobierno socialista de Francina Armengol en las Islas Baleares con el apoyo de Podemos y de los ‘econacionalistas’ de Més.
Solo en Baleares, las ventas de coches se han reducido un 50% en los últimos 12 meses. Una caída de la que parte puede ser responsable del peor entorno económico general y otra parte puede venir por el pánico regulatorio de una ley que establece que a partir de 2025 no se puedan matricular vehículos diésel en las islas y a partir de 2035 no pueda haber de gasolina.
Tanto los fabricantes como los concesionarios se encuentra preocupados por la evolución del mercado de vehículos en los últimos meses, que anticipan junto al resto de indicadores una caída en el consumo que podría reflejarse en una caída en el PIB, del que el consumo interno en un vector muy importante.