BT firma la paz con Cellnex por su compra de torres de Hutchison en Reino Unido
La operadora británica BT ha suavizado su postura crítica con el grupo de infraestructuras de telecomunicaciones Cellnex después de cargar con dureza contra la compra de 6.000 torres de telefonía móvil de Hutchison en Reino Unido por parte de la española. Reflejo de ello, es la buena relación que mantienen ambas compañías, tal y como se plasma con el reciente acuerdo para ampliar su actual marco de prestación de servicios (MSSA, en sus siglas en inglés) mediante un pacto de colaboración «multidécada».
Para entender las desavenencias de BT con la adquisición de Cellnex en su mercado nacional hay que remontarse a 2021. En una misiva enviada al regulador británico, la CMA, la operadora argumentó que la compra de esos activos daría a Cellnex demasiado poder en el sector de torres de Reino Unido. Tras la adquisición de la división de telecomunicaciones de Arqiva, Cellnex ya había alcanzado una importante masa crítica en el país: contaba con 8.000 torres y la cifra total ascendería a 14.000 de cerrarse la transacción. De ahí que BT considerase que Cellnex tenía una posición muy fuerte en aquel mercado y opinase que la operación menoscabaría la competencia y pondría trabas a BT y a otros operadores al acceso a estas infraestructuras. Además, alertó de un incremento de los precios y de una peor calidad de los servicios si se materializaba.
Para agravar más si cabe la situación, las torres de Hutchison con las que quiere hacerse Cellnex forman parte de una sociedad conjunta entre el conglomerado con sede en Hong Kong y la propia BT, MBNL. La compañía británica denunció en su momento que la transacción afectaría a su capacidad para desplegar los servicios de 5G en Reino Unido.
La operación la está revisando en estos momentos la CMA, ante sus temores sobre las implicaciones sobre la competencia y los precios. La autoridad británica veía riesgo de que CTIL, la firma conjunta de Vodafone y Telefónica para compartir redes, y MBNL formaran un duopolio con el 90% del mercado. Por ello, es partidaria de que haya una tercera compañía de infraestructuras que participe en este negocio.
Cambio de talante de BT
Cuando la investigación entró en la fase 2 del análisis y la CMA abrió la puerta a posibles remedies o condiciones para que se produjera la compra sin que dañe a la competencia -esto, a efectos prácticos, supone desinversiones de torres por parte de Cellnex en Reino Unido-, BT suavizó su posición respecto a la misma. En ese paso intermedio, cuando el regulador solicitó opiniones a terceras partes sobre la transacción, la operadora ya le comunicó que quien adquiriera esas infraestructuras, siempre que BT tuviera sus equipos alojados en ellas, debería ofrecerle el mismo servicio que da Cellnex, lo que demuestra el gran valor que da a su gestión.
«BT sigue inmersa en discusiones constructivas con las partes implicadas», confirmó a OKDIARIO un portavoz de la compañía en un correo electrónico.
Cellnex y BT mantienen una «buena sintonía» en su relación desde hace años, comentan fuentes cercanas a la situación. En 2019, el operador español compró los derechos de explotación de 220 torres de BT en Reino Unido, antes de la adquisición de Arqiva, que, a su vez, está dando servicio a la compañía británica.
En ese encaje se circunscribe el acuerdo entre las dos empresas para extender los contratos que tienen de 2030 a 2040, lo que aporta «certidumbre y visibilidad a largo plazo a ambas partes» y refuerza su alianza, según las compañías.
La disposición de Cellnex a hacer concesiones ante la petición de la CMA también ayuda. El operador le planteó a la autoridad de la competencia británica una primera propuesta por la que planteaba desinvertir entre 900 y 1.100 torres, un número que Cellnex subió a 1.300 para mostrar su «flexibilidad» ante las condiciones impuestas por el organismo, sin las cuales la operación no podía avanzar, explicaron fuentes del sector. El regulador emitirá su dictamen el próximo 7 de marzo.