El Brexit: cuando los inversores al fin confiaron en BitCoin
El pasado 23 de junio, la noticia de que los ciudadanos de Reino Unido habían decidido optar por decir adiós a la Unión Europea cogió por sorpresa a todo el mundo. El famoso Brexit no sólo pilló a contrapié a los europeos, sino también a los mercados, lo que generó una situación de pánico bursátil.
La volatilidad se disparó y los inversores huyeron en dirección a aquello que nunca les falla. Y es que ante una situación bursátil complicada, materias como el oro, el níquel, el café o el azúcar se convierten en valores refugio donde va a parar mucho capital cuando hay problemas en la renta variable.
Dentro de esos valores, los gestores de fondos y los agentes de inversión apostaron por activos como los bonos alemanes y norteamericanos, el oro y la liquidez, es decir, mantener el dinero en tesorería esperando que vuelva la confianza. Dicho de otro modo, debajo del colchón. Es lo que se conoce en el argot financiero como la estrategia de inversión fly to quality, que se produce cuando existe mucha incertidumbre en el mercado.
Pero a todos ellos se les unió el pasado 23 de junio un nuevo jugador que, utilizando un símil futbolístico, sorprendió a propios y extraños al jugar de tú a tú a los grandes en su primera convocatoria importante. El bitcoin, hasta entonces menospreciado por unos y otros se convirtió, por primera vez, en un activo refugio y se comportó de forma similar a la que lo hicieron el oro o los ya citados bonos.
Pero, ¿qué es BitCoin? La respuesta es, a priori, sencilla: se trata de una moneda virtual que nos permite hacer pagos a través de la red. Pero, ¿cómo funciona? Ahí es donde empieza a complicarse la cosa. BitCoin opera con un código electrónico y es independiente de los bancos centrales y cualquier tipo de normativa internacional.
Otra de las caracrerísticas de BitCoin es que las transacciones se realizan de usuario a usuario, sin que haya intermediarios de por medio. Además, a través de las casas de cambio podemos intercambiar BitCoin y obtener otras divisas con ellos.
Las transacciones y operaciones realizadas con BitCoin son públicas y pueden comprobarse en el registro de libre acceso en el que están almacenadas, pero eso sí, resulta imposible conocer la identidad de los propietarios, un hecho que sus detractores han aprovechado para acusar a la criptomoneda de mecanismo de blanqueo de narcotráfico y diversas actividades ilegales.
No obstante, parece que los inversores, a la hora de la verdad, han dado su aprobación a la moneda virtual, pues en medio de la tormenta financiera que fue la mañana en la que se conocieron los resultados definitivos del referéndum decidieron confiarle su capital a este activo aún mirado con recelo llamado BitCoin.