El BCE sigue rescatando a Sánchez: compra otros 6.000 millones de bonos españoles
El Banco Central Europeo (BCE) compró bonos españoles por valor de 6.000 millones de euros en los meses de junio y julio. La adquisición de deuda por parte del banco central de la zona del euro es la responsable de tener bajo control a la prima de riesgo. El organismo presidido Christine Lagarde sigue rescatando a Sánchez y colocándose como el gran salvavidas de la deuda española. En cambio, Moncloa continúa incrementando el gasto, en contra de las peticiones de Bruselas.
La deuda española fue la segunda receptora de las compras del BCE durante los meses pasados, por delante de Grecia (1.000 millones) y detrás de Italia (10.000 millones). Sánchez se beneficia del férreo control del gasto de Alemania, Países Bajos y Francia pues el BCE realizó retiros de los bonos de estos países para ayudar a España.
El responsable de la política monetaria de la zona del euro se desprendió de 14.000 millones de euros de ‘bunds’ alemanes, el bono a 10 años que sirve de referencia de solvencia en Europa y cuya diferencia con el resto determina las primas de riesgo. De bonos soberanos neerlandés vendió 3.000 millones y la salida de bonos del Estado francés fue de 1.000 millones de euros.
Las compras de deuda de la periferia europea se encuadran dentro del programa PEPP, por sus siglas en inglés, del BCE. Se trata del programa de compras de deuda de emergencia para hacer frente a la pandemia que Lagarde activó en marzo de 2020 para contrarrestar los daños del Covid-19 en la economía de la zona del euro.
El BCE cumple así con su compromiso de intervenir en caso de que detecte distorsiones en el mercado de deuda y las primas de riesgo. El nuevo mecanismo anticrisis tiene su base en evitar la fragmentación de los bonos y el riesgo país de la periferia europea. El banco central europeo realiza una reinversión flexible de los vencimientos de deuda de los países con mayor solvencia para derivarlos a la compra de deuda de los menos solventes. La operación comenzó a inicios de julio.
Los expertos coinciden en que sin esta medida las primas de riesgo de España, Italia y Grecia, así como el rendimiento exigido a los bonos estatales de estos países, serían mucho más elevados. Tanto la rentabilidad de los bonos de referencia de la periferia, a 10 años, como los riesgos país, caen a doble dígito desde que Lagarde anunciase el nuevo mecanismo anticrisis llamado TPI por sus siglas en inglés.
El TPI pasa por compras ilimitadas de deuda si la situación lo requiere, pero con duras condiciones para ser receptor de las mismas. La primordial es que el país no puede estar sujete a un procedimiento de déficit excesivo o que no haya tomado acciones eficaces para corregirlo. La cuestión es que ahora estas reglas fiscales están suspendidas y la Comisión Europea quiere prologar la suspensión durante 2023. De esta tesitura se ha aprovechado Sánchez para elevar el techo de gasto a un nuevo récord, en contra de las recomendaciones de Bruselas. Eso sí, Alemania, como motor económico de la región y Estado sobre el que recae las ventas de deuda, se opone a esta decisión y presiona con fuerza para que se cambie.