Reguladores bancarios

El BCE premiará a la banca más ‘verde’ con hasta un 25% menos de necesidades de capital

Los bancos ya tienen que incluir en sus informes los aspectos relacionados con su gestión medioambiental. En el futuro, una vez se unifiquen los criterios de medición, el BCE calificará el trabajo medioambiental de las entidades que regula.

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Mario Draghi entrega a Christine Lagarde la campana para llamar al orden en las reuniones del BCE

En los próximos años, los bancos tendrán más motivos para ser respetuosos con el medio ambiente de los que tienen ahora. El Banco Central Europeo ya ha anunciado su objetivo de bonificar con capital a las entidades que concedan financiación a operaciones orientadas a la transición a una economía descarbonizada. El objetivo de la entidad presidida por Christine Lagarde es que los bancos demuestren una apuesta por el medioambiente que pueda impactar positivamente en el precio de sus acciones y en sus ratings crediticios.

Las exigencias de capital por parte del BCE, en busca de una banca más solvente que pueda aguantar escenarios de crisis, están siendo uno de los principales menoscabos al modelo de negocio de la banca europea durante los últimos años, con distintas situaciones respecto a su capital. Esta relajación de los criterios de capital permitiría a las entidades destinar ese excedente a inversiones o a retribución a sus accionistas mediante dividendos, lo cual animaría sus cotizaciones bancarias.

El regulador de Fráncfort hará comparaciones entre los bancos que puedan compararse y empezará a sacar tarjetas a entidades que considere que tienen las mejores prácticas.

Ya tienen que incluir

Fuentes financieras aseguran que los bancos ya tienen que incluir de este año, aunque sea cualitativamente, los aspectos relacionados con la gestión del riesgo medioambiental. Sin embargo, no existe un mandato claro de cómo actuar y la metodología a seguir para medir el riesgo medioambiental.

Sin embargo, este procedimiento se va a acrecentar de cara al año que viene debido a un documento de la asociación bancaria europea (EBA) publicado recientemente, cuyas recomendaciones entran en vigor en junio de 2020, si bien será solo de carácter consultivo Este documento exige que los riesgos medioambientales se conviertan en una prioridad supervisora: «La EBA está realizando un trabajo preliminar para clasificar los activos desde un punto de vista medioambiental».

La EBA, organismo encargado de publicar los famosos ‘tests de estrés’ de la banca europea, dice que habrá una presión creciente en 2020 «para establecer mejor los riesgos y acciones de gobernanza relacionadas con el medio ambiente, y para incorporar criterios verdes al proceso de supervisión, análisis de riesgos y tests de estrés». Por tanto, los activos de los bancos también tendrán que clasificarse desde una perspectiva verde.

Distintas normas

Como siempre en las regulaciones europeas, los cambios se producen desde arriba hacia abajo con tranquilidad pero acaban entrando en vigor. Las nuevas normativas regulatorias llamadas CRR2, que entrarán en vigor en abril de 2021, exigirán también a las entidades financieras que impongan comités específicos medioambientales e involucren a la alta dirección en esta tarea.

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