Reestructuración bancaria

Banco Sabadell recortará plantilla entre 1.200 y 1.500 personas más y prevé ganar 650 millones en 2023

Su objetivo es ahorrar otros 100 millones al año, y pagará las salidas con los beneficios de su cartera de bonos

Se compromete a pagar un dividendo del 30% y prevé crecer más que el mercado en hipotecas y consumo

César González-Bueno, nuevo consejero delegado de Banco Sabadell
César González-Bueno, nuevo consejero delegado de Banco Sabadell
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Banco Sabadell reducirá su plantilla en España entre 1.200 y 1.500 personas en 2022 para ahorrar unos 100 millones al año. Así se deduce de su nuevo plan estratégico presentado este viernes, que se basa en los recortes de costes, la digitalización y las comisiones para alcanzar un beneficio de 650 millones en 2023, equivalente a una rentabilidad (ROTE) del 6%.

El nuevo recorte de personal, que se acometerá en el primer trimestre del próximo año, se sumará al ya acometido este año de 1.800 personas, con el que espera ahorrar otros 141 millones anuales. La cifra que contiene el plan es de 100 millones de ahorros y dado que el salario medio en Sabadell se sitúa en unos 73.000 euros, eso implicaría una salida de entre 1.200 y 1.500 empleados.

La entidad asegura que pagará estas salidas, que se comenzarán a negociar en el segundo semestre de este año, con las ventas de su cartera de bonos del Estado (Sabadell fue de los que más deuda pública compró en la anterior crisis y ha conseguido grandes ganancias). También habla de reducción de oficinas pero no da un número concreto para 2022.

El citado plan insiste en que la transformación de los hábitos de los clientes, acelerada por el coronavirus, el exceso de capacidad y los tipos negativos obligan a mejorar la eficiencia, es decir, a reducir costes. Algo que explica las fusiones y los ERE que estamos viendo en todo el sector. Es más, Sabadell pretende ahorrar otros 70 millones con los ajustes que ha emprendido en su atribulado banco británico, TSB.

Cuentas, tarjetas y crédito al consumo, solo digital

El cierre de oficinas se traducirá en una nueva dinámica comercial en la entidad: todo lo relacionado con préstamos al consumo, cuentas, tarjetas y pagos se hará de forma digital o mediante un asesor en remoto; Sabadell reconoce tener muy poca operativa digital en algunos de estos productos, en especial la apertura de cuentas, y que puede absorber el coste de las nuevas aplicaciones necesarias para esta transformación con su negocio normal. De esta forma, las sucursales quedarán solo para las hipotecas, los seguros y los productos de ahorro e inversión.

Otro pilar de su plan es el aumento de los ingresos por comisiones, de nuevo en línea con el sector. Prevé un crecimiento de en torno al 5% anual, basado en cobrar a los clientes no fidelizados y en los seguros relacionados con las hipotecas. Precisamente, deposita en este producto sus mayores esperanzas para el crecimiento del negocio, ya que espera que vuelva el apetito de los españoles por comprar vivienda y aspira a ganar cuota de mercado. También prevé crecer más que el mercado en crédito al consumo, con un crecimiento estimado para el total del crédito del 2,5% anual entre 2020 y 2023.

Otro aspecto que va a cuidar especialmente es la banca de pymes, aprovechando su fortaleza actual, la relación histórica que tiene con muchas de ellas y las expectativas de recuperación de la economía -si bien son más moderadas que las del consenso-. Incluso pretende ser un pequeño jugador en banca de inversión (fusiones, adquisiciones, salidas a bolsa, etc.), donde actualmente es irrelevante. finalmente, espera compensar la desaparición de la barra libre de liquidez del BCE (los famosos TLTRO) con los menores costes de financiación mayorista y el citado crecimiento del crédito.

Beneficio por debajo de 2019 y dividendo del 30%

Con todas estas palancas, su objetivo es alcanzar un ROTE (rentabilidad sobre capital tangible) del 6% en 2023, lo que traducido al román paladino significa ganar 650 millones al final de ese ejercicio. Eso implica que al final del plan seguirá por debajo del beneficio de 2019, que se situó en 768 m millones. En 2020, la rentabilidad fue cero porque el beneficio cayó el 99% hasta solo 2 millones por la crisis del covid. En el primer trimestre remontó ligeramente hasta el 1,5%.

También pronostica una caída de las provisiones pese a las advertencias en contra del Banco de España, lo que reducirá su coste del riesgo (provisiones para insolvencias dividido entre crédito total) del 0,86% actual hasta el 0,45%. Pronostica un «limitado y manejable incremento de la morosidad a lo largo del plan»; hay que recordar que se ha ampliado el vencimiento de los créditos avalados por el ICO hasta 10 años y que el 75% del riesgo lo asume el Estado.

Todos estos objetivos deberán ser compatibles con mantener su capital (CET1) por encima del 12% y con repartir el 30% del beneficio como dividendo cuando sea autorizado por el BCE.

Lo último en Economía

Últimas noticias