El truco casero para que tus ollas y sartenes luzcan como nuevas sin tener que hacer nada: sólo necesitas dos ingredientes

Mantener las ollas y sartenes impecables puede convertirse en un auténtico desafío, especialmente cuando se acumulan restos de comida y de grasa quemada. Aunque en el mercado podemos encontrar un amplio abanico de productos para limpiar estos utensilios, en los últimos años han proliferado en redes sociales algunos métodos caseros que prometen resultados sorprendentes. Entre ellos, hay un truco que se ha hecho viral porque ayuda a eliminar la suciedad incrustada y devolver el brillo a las las ollas y sartenes sin esfuerzo.
Consiste en utilizar una mezcla de refresco de cola con sal, lo cual puede resultar llamativo pero tiene una base científica. La idea de utilizar refresco de cola como producto de limpieza no es nueva; desde hace décadas se le atribuyen propiedades para eliminar óxido, desatascar tuberías o limpiar superficies metálicas. En este contexto, la incorporación de sal a esta mezcla ha reforzado su fama como remedio «milagroso» para superficies metálicos.
El truco definitivo para limpiar las ollas y sartenes
En la práctica, este método se utiliza como limpieza puntual, especialmente en ollas o sartenes de acero inoxidable o aluminio sin recubrimientos delicados. Su principal objetivo es reblandecer la suciedad adherida para que luego sea más fácil de eliminar. La receta consiste en mezclar aproximadamente 200 mililitros de refresco de cola, una cucharada de sal, unos 150 mililitros de detergente lavavajillas y agua templada. Una vez aplicada la mezcla, se deja actuar durante unos minutos y se frota con cuidado.
Desde el punto de vista químico, el refresco de cola contiene ácidos suaves, como el ácido fosfórico y el ácido carbónico, que ayudan a reblandecer restos minerales, pequeñas capas de óxido o suciedad adherida. La sal, por su parte, actúa como un abrasivo suave, facilitando el desprendimiento mecánico de los residuos cuando se frota la superficie. Además, al entrar en contacto con la cola, favorece la liberación de dióxido de carbono, lo que genera espuma y puede ayudar a «levantar» parte de la suciedad.
El elemento más eficaz de la mezcla, sin embargo, es el detergente. Sus tensioactivos son los responsables de descomponer la grasa y permitir que el agua la arrastre. En conjunto, la mezcla funciona como una combinación de ácido ligero, abrasión física y detergente, sin que se produzca ninguna reacción química especial.
Ahora bien, a pesar de su popularidad en redes sociales, este truco para limpiar ollas y sartenes no garantiza resultados milagrosos. Si la grasa está muy adherida o la suciedad lleva ahí demasiado tiempo, su eficacia es limitada y puede requerir varias aplicaciones o un esfuerzo considerable. Además, el refresco de cola contiene azúcares y colorantes que, si no se aclaran correctamente, pueden dejar residuos pegajosos en la superficie.
Cuándo no conviene usar esta mezcla
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el tipo de material. Esta mezcla no es recomendable para sartenes antiadherentes, superficies esmaltadas, cerámica, cobre tratado o acabados brillantes, ya que la acción abrasiva de la sal puede dañar el recubrimiento y reducir su vida útil. Tampoco se debe aplicar en electrodomésticos ni en zonas donde el líquido pueda penetrar en componentes internos.
Consejos de cuidado y mantenimiento
El cuidado y mantenimiento adecuados de ollas y sartenes no sólo influyen en su aspecto, sino también en su durabilidad y en la seguridad alimentaria.
- Uno de los consejos más importantes es limpiar los utensilios justo después de su uso. Dejar que la grasa y los restos de comida se enfríen y se sequen facilita que se adhieran con más fuerza a la superficie. Siempre que sea posible, conviene dejarlos en remojo con agua caliente y unas gotas de detergente durante unos minutos antes de fregarlos.
- El uso de utensilios adecuados también marca la diferencia. En sartenes antiadherentes, es fundamental utilizar espátulas de madera, silicona o plástico resistente al calor, evitando objetos metálicos que puedan rayar el recubrimiento.
- Otro aspecto clave es controlar la temperatura de cocción. Someter una sartén vacía a altas temperaturas puede deformarla y deteriorar su superficie. Calentar progresivamente y utilizar el tamaño de fuego adecuado al diámetro del recipiente previene daños estructurales y manchas difíciles de eliminar.
- El secado inmediato tras el lavado es especialmente recomendable en utensilios de acero o hierro. Dejar que se sequen al aire puede provocar marcas de agua o favorecer la aparición de óxido.
- En el caso de ollas y sartenes de hierro fundido, es aconsejable realizar un mantenimiento específico, como el curado periódico con una fina capa de aceite. Este proceso crea una protección natural que evita la oxidación y mejora las propiedades antiadherentes con el uso continuado.
- Por último, almacenar correctamente las ollas y sartenes ayuda a prevenir golpes y arañazos. Colocar separadores, paños o protectores entre ellas cuando se apilan evita el desgaste por fricción.
En definitiva, el truco con refresco de cola y sal puede resultar útil a la hora de limpiar las ollas y sartenes de manera ocasional, pero no debe considerarse una fórmula infalible ni un sustituto de una limpieza adecuada y regular.