La banca se hunde en Bolsa por temor a que el alza de tipos y la débil recuperación disparen la morosidad


La banca española lleva años pidiendo una «normalización» de los tipos de interés, que estaban en negativo desde 2014, lo que dejaba sus márgenes y su rentabilidad en mínimos. Y justo cuando por fin el BCE escucha sus peticiones, se derrumban en Bolsa. ¿Por qué? La respuesta es que ahora el mercado teme que las alzas de tipos y la inflación acaben con la débil recuperación de la economía y disparen la morosidad, algo que sería mucho peor para sus resultados que los tipos negativos.
La mayoría de los créditos e hipotecas que tienen los bancos en su balance son a tipo variable y, por tanto, dependen del Euribor. Si éste es cero, sólo ingresan en diferencial que tiene cada préstamo; y si el Euribor es negativo, incluso se come dicho diferencial. De ahí que se llegara a plantear si las entidades debían pagar intereses por las hipotecas en vez de cobrarlos. Si ahora suben los tipos, aumentan los ingresos y los beneficios del sector. Además, los nuevos créditos que conceda tendrán tipos más altos. De ahí sus continuas peticiones de que el BCE «normalizara» su política monetaria.
Pero «el problema está en la transición de los tipos negativos a positivos en un entorno como el actual, cuando no se ha recuperado la actividad anterior a la pandemia y cuando se anticipa una clara desaceleración del crecimiento, que puede acabar en recesión provocada por la altísima inflación», explica una fuente del sector. Además, esta transición está siendo excepcionalmente rápida: el Euribor se ha duplicado (del 0,39% al 0,79%) en lo que llevamos de junio.
Con este escenario, lo que el mercado empieza a temer es que muchas familias y empresas no puedan hacer frente a la subida de las cuotas de sus créditos y que, por tanto, entren en mora. Y eso sí que es fatal para la banca, porque debe provisionar y apuntarse como pérdida porcentajes de los préstamos morosos en función del tiempo que lleven impagados, hasta llegar al 100%. Cabe recordar que la quiebra de las cajas de ahorros -que obligó al rescate de España hace 10 años- se debió a la morosidad y a los inmuebles que se adjudicaron en pago de préstamos incobrables.
El desplome de los bonos también golpea a la banca
A esto hay que sumar que las entidades financieras tienen grandes cantidades de bonos del Tesoro en sus balances, precisamente para cubrir el riesgo de variación de los tipos. Y el precio de esos bonos está cayendo a plomo en los mercados de deuda, lo que hace que su rentabilidad suba (precio y rentabilidad se mueven a la inversa). La del español alcanzó ayer su nivel más alto en ocho años, al filo ya del 3%. Este movimiento también provoca pérdidas en su cuenta de resultados.
El resultado es un batacazo de grandes proporciones desde el jueves pasado, día en que Christine Lagarde confirmó el inicio de las alzas de tipos en julio. En estas tres sesiones, Bankinter ha perdido el 9,83%, CaixaBank el 8,38%, Santander el 12,7% y Sabadell, el 9,52%. La palma se la lleva BBVA, muy afectado por la grave crisis que ha situado a Turquía al borde del impago; su caída en estos tres días alcanza el 16,7%.