¿Bajará la luz la próxima legislatura? Todos los partidos lo prometen
Los cinco grandes partidos parecen compartir la idea de que es necesario abaratar el precio de la luz. Sin embargo, las recetas para este fin que contienen sus programas electorales son distintas.
Mientras, PSOE y Unidas Podemos incluyen propuestas para reformar el sistema eléctrico, el PP no quiere acabar con la energía nuclear, Ciudadanos se fija como objetivo reducir el recibo un 30% y Vox pide menos costes regulados en su programa electoral.
PSOE: reducir el coste de las renovables
El PSOE articula sus propuestas energéticas en dos iniciativas impulsadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, el anteproyecto de ley sobre cambio climático y transición energética, el borrador del Plan nacional Integrado de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa.
En él inciden en una reforma del mercado eléctrico para trasladar «eficazmente» la rebaja de los costes en las renovables al precio de la electricidad y el aumento de las energías renovables en el consumo de energía final. Concretamente, lo cifran en un 35% en 2030 como mínimo y, al menos, un 74% de generación de electricidad de origen renovable, con el objetivo de que el 100% de la electricidad sea de origen renovable en 2050.
Asimismo, mencionan el establecimiento de un calendario con fechas tope para el cierre gradual de las centrales térmicas y de las centrales de energía nuclear con «medidas de acompañamiento que garanticen la seguridad física y de suministro, y la viabilidad social, técnica y financiera de dicho proceso».
El PP: fin del impuesto de generación
El PP aboga en su programa por abaratar el precio de la electricidad a través de la eliminación de los impuestos de generación y mejorar la protección de los consumidores más vulnerables con el «refuerzo» del bono social.
Asimismo, los ‘populares’ quieren impulsar un Pacto de Estado para establecer «un ‘mix’ energético estable a 40 años» y que permita cumplir los objetivos de seguridad del suministro, cambio climático y precio de la energía».
Textualmente, hablan de «aprovechar al máximo las opciones renovables que ya son competitivas», pero «sin renunciar a otras tecnologías que aún son útiles» y en este modelo piden priorizar opciones energéticas que cumplan objetivos de reducción de emisiones «al menor coste posible para asegurar que la energía de hogares y empresas es la más asequible en cada momento».
Además, defienden el desarrollo de las posibles interconexiones energéticas con los países fronterizos y «modular la fiscalidad de la energía» con los ingresos adicionales derivados del aumento de los derechos de emisión de CO2, con el fin de rebajar la factura energética de la industria.
Unidas Podemos: prohibir los cortes
La reforma «estructural» por la que apuesta Unidas Podemos en su programa busca bajar el precio de la factura, impedir cortes de suministros básicos de agua, luz y gas en primeras viviendas con pobreza sobrevenida y un sistema de sanciones contra cláusulas abusivas y prácticas de «opacidad» de las compañías.
También persiguen la realización de una auditoría de costes del sistema eléctrico y cambios en la asignación de precios del ‘mix’, con una retribución «estable» para la energía renovable, que será la que marque el precio, y un cargo para «compensar la sobrerretribución» de algunas centrales, los llamados ‘beneficios caídos del cielo.
En la factura de la luz, defienden que el coste fijo de la factura no rebase el 25% del total, una rebaja en el consumo a los primeros kWh (no especifican cuántos ni a qué precio) para incrementarlos en los siguientes «hasta penalizar el derroche».
La coalición de izquierdas propone la creación de una empresa pública eléctrica para instalar renovables, abaratar la factura, erradicar la pobreza energética y asumir la gestión de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones caduquen. Por último, fechan el cierre de centrales de carbón antes de 2026 y de las centrales nucleares antes de 2025, con la promesa de crear dos empleos antes de la pérdida de cada empleo destruido por la cierre de estas centrales.
C’s: Una nueva tarifa
Ciudadanos lleva en su programa la promesa de rebajar la factura de la luz un 30%, a través de la eliminación de impuestos y la introducción de mayor competencia en el mercado eléctrico.
Para ello, se encomiendan a sacar de la factura «costes heredados» de anteriores gobiernos y a establecer un cambio en el cálculo de la tarifa para premiar la eficiencia en el consumo, y proponen seguir una senda de reducción del déficit tarifario y «costes políticos» que, critican, «suponen la mitad de la factura de los hogares».
Asimismo, avanzan una reforma del sistema de tarifa eléctrica para hacerla «más transparente, estable, predecible y promover la competitividad de la industria», elaborar un estatuto de consumidor electrointensivo, fomentar los contratos bilaterales de entrega de electricidad (PPA) para estas industrias y más mecanismos de compensación de costes de emisiones de gases de efecto invernadero, condicionados a medidas de eficiencia energética e innovación por parte de la industria.
Vox: menos costes regulados
Por último, Vox defiende la rebaja de impuestos y costes regulados en la factura de la luz, pues consideran que estos elementos «son los culpables de que paguemos uno de los recibos más caros de Europa, y bonificaciones proporcionales al número de miembros de las familias a suministros como la luz o el gas.
Así, proponen un Plan de Energía con el fin de «conseguir la autosuficiencia energética de España sobre las bases de una energía barata, sostenible, eficiente y limpia», y establecer una tarifa de acceso a la red por tramos de consumo con descuentos a los primeros kw/hora consumidos.
Por último, reclaman mantener las centrales nucleares económicamente rentables, el cierre progresivo de las centrales carbón «con el menor coste social», la instalación de 3.000-5.000 MW al año en los próximos 3-4 años, el apoyo al desarrollo de gas renovable «como combustible clave para procesos industriales de alta temperatura en el largo plazo» y la apuesta por la cogeneración de gas en la década 2020-2030.