El aumento de los paros empuja al Gobierno a adelantar al jueves la reunión con la patronal del transporte
El Gobierno se reunirá de nuevo mañana con los transportistas para abordar y definir con el sector un paquete de medidas que consiga paliar el impacto del precio de los carburantes en su actividad, lo que supone adelantar en un día la reunión que estaba anunciada para este viernes. Según han informado fuentes gubernamentales, la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, también asistirá a la reunión, como ya hizo el lunes junto a las ministras de Hacienda y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, María Jesús Montero, y Raquel Sánchez, respectivamente.
Además, las mismas fuentes han señalado que la intención del Departamento de Calviño es «no levantarse de la mesa hasta que no haya acuerdo». El lunes ya se avanzaron varias medidas como 500 millones en mayores bonificaciones fiscales al gasóleo, pero faltaba su concreción, algo que se iba a hacer el viernes y finalmente se hará el jueves.
El propósito del Gobierno con esta nueva reunión es abordar de forma concreta y definida medidas eficaces por medio del diálogo con los patronales que el Ejecutivo califica de «legítimos representantes del sector», es decir, con el CNTC, con la voluntad de alcanzar acuerdo. Esta serie de reuniones está teniendo lugar al margen del paro de transportistas que convocó una asociación minoritaria de autónomos y pequeñas empresas, pero que ha provocado un fuerte desabastecimiento en las industrias.
Tras la reunión del Gobierno con los transportistas del pasado lunes, Fenadismer, Fetransa y Feintra, tres organizaciones mayoritarias que sí están representadas en el CNTC, si bien no se sumaron al paro, sí dieron a sus asociados libertad para parar la actividad, hasta que se concretasen las medidas anunciadas. Además, este jueves, a las 16.30 horas, Raquel Sánchez se reunirá con la segunda de las ramas representadas en el CNTC, la de viajeros, que congrega las actividades que efectúan los autobuses, taxis, VTC y ambulancias, también afectadas por el incremento de los carburantes, un impacto que se suma al que ya recibieron por la crisis del Covid-19, cuando se limitó la movilidad al máximo.