Análisis

Armonización fiscal: la obsesión confiscatoria del PSOE que castiga a Madrid

Diego Barceló Larran es director de Barceló & asociados

Pedro Sánchez Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez. (Foto: Comunidad de Madrid)

Las comunidades autónomas tienen la potestad de bonificar, reducir o hacer más gravosos los impuestos que tienen cedidos (principalmente, Sucesiones, Donaciones y Patrimonio). Eso genera una sensación de agravio entre ciudadanos de distintos territorios porque, por un mismo hecho, unos pagan más que otros. Sin embargo, esa misma diferencia tiene un aspecto revelador: permite tener una medida de la ineptitud de los diferentes gobiernos.

Por supuesto, los gobiernos con una mayor presión tributaria no lo ven así: ellos dicen verse “obligados” a cobrar impuestos más altos por los más variados motivos: que su economía es más pequeña, que su población está más envejecida, que están peor financiados, que no tienen buenas comunicaciones, etc. Si lo dijeran gobiernos austeros, tendría un pase. Pero la verdad es que mientras dicen “no tener más remedio” que cobrar altos impuestos, son gobiernos que financian televisiones públicas deficitarias, que multiplicaron el número de “observatorios” y que entregan subvenciones a todo tipo de entidades, entre otros ejemplos de derroche.

Los gobiernos que cobran menos impuestos también derrochan, pero al menos castigan menos a sus ciudadanos. Es tragicómico que los mismos partidos que defienden un “mayor autogobierno” (ERC) o avanzar hacia el “federalismo” (PSOE), busquen ahora “armonizar” los impuestos cedidos a las autonomías. Es decir, que busquen limitar las competencias tributarias que ahora tienen las comunidades autónomas.

«Los gobiernos que cobran menos impuestos también derrochan, pero al menos castigan menos a sus ciudadanos», destaca el autor

Como es evidente, está al alcance de todos los gobiernos regionales “armonizarse”: solo tienen que bajar sus impuestos al menor nivel que les permita la ley. El problema es que eso exigiría ser cuidadoso con los gastos, algo por lo que los socialistas de todos los partidos no están dispuestos a pasar.

Es imposible igualar los conocimientos de todos los alumnos al nivel del más listo. Es imposible igualar a todos en la riqueza al nivel de los ricos. Por eso, el socialismo ofrece la solución mediocre: rebajar los conocimientos al nivel del más burro y confiscar la mayor cantidad de riqueza con la esperanza de igualar en la pobreza.

Esa solución mediocre es lo que está detrás del acuerdo alcanzado por Esquerra Republicana de Catalunya y el PSOE para “armonizar” los impuestos: castigar a todos los ciudadanos por igual para ponerlos al nivel del gobernante más despilfarrador. Es una solución empobrecedora, que perjudicará más a los parados y a los más humildes.

El economista Diego Barceló Larran recuerda que «es imposible igualar a todos en la riqueza al nivel de los ricos». «Por eso, el socialismo ofrece la solución mediocre: rebajar los conocimientos al nivel del más burro y confiscar la mayor cantidad de riqueza con la esperanza de igualar en la pobreza», asegura.

Si hasta ahora una empresa o un particular tenía la posibilidad de fijar su domicilio en Madrid para huir del infierno fiscal de Asturias, por ejemplo, la “armonización” lo evitará. Pero los socialistas olvidan que aún queda el mundo: en lugar de Madrid se irán a Dublín, a Praga o a Ámsterdam. Por eso claman por armonizar los impuestos también a nivel de la Unión Europea, siempre con intención confiscatoria.

El hecho es que la “armonización” promovida ahora por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias derivará en la pérdida de actividad y empleo en la medida en que aliente al exilio fiscal de empresas y personas de altos ingresos. Eso no lo sufrirán los “ricos”, sino aquellos a los que le será más difícil aún encontrar un empleo o que verán empeorar sus expectativas laborales. Además, la “armonización” estimulará la evasión tributaria, cosa que, junto con el desincentivo al ahorro y la inversión, podría derivar en una menor recaudación de impuestos.

La “armonización” socialista, lejos de traer mayor “equidad” o “justicia”, significará una piedra más en la pesada mochila con la que ya carga la economía. Será otra cosa más para sumar a la creciente lista de medidas que un próximo gobierno, de ser sensato, tendrá que derogar.

@diebarcelo

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