La AEB asegura que «Madrid no será el nuevo Londres», pero puede atraer inversiones de la City
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha afirmado que «Madrid no será el nuevo Londres», pero tiene posibilidades para atraer inversiones de la City a consecuencia del Brexit.
Así lo ha señalado durante su intervención en Los Desayunos Informativos de Europa Press, donde ha resaltado que Madrid «dispone de un entorno regulatorio fiscal y financiero estable hasta hoy», así como de reguladores consolidados, un mercado de oficinas pujante, muy buen capital humano y uno de los mejores aeropuertos de Europa.
En este sentido, ha destacado que la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) tiene ya su sede en Madrid, «y muy poca gente es consciente de ello», algo que puede servir de referencia para otros organismos y entidades que se estén planteando salir de la City tras el Brexit.
Preguntado precisamente sobre el efecto que puede tener la salida de Reino Unido de la UE sobre ambos, Roldán ha señalado: «Ojalá inventemos la manera en que el Brexit tenga el menor impacto posible», y ha advertido sobre el efecto pernicioso que pueden tener los populismos económicos para las generaciones futuras, mucho más nocivos, a su juicio, que los populismos políticos, cuyos efectos acaban cuando un líder es defenestrado o termina su mandato.
Roldán ha pedido que no se tomen decisiones erróneas basadas en diagnósticos equivocados, y ha llamado a afrontar el proceso de desconexión de Reino Unido con generosidad, al considerar que hacerlo así «va a revertir en nuestro propio bienestar», ha señalado.
Con respecto a las primeras medidas tomadas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, ha reconocido que esperaba una mayor dosis de realismo cuando llegara a la Presidencia de los Estados Unidos, «pero de momento no es así», ya que ha optado por una política de gestos «muy dura». «Necesitamos mayores dosis de realismo», ha pedido.
Respecto a las primeras medidas económicas adoptadas por Trump, ha criticado el sesgo proteccionista que ha imprimido, y ha recordado que el comercio internacional se produce básicamente «entre empresas», y muchos productos incluyen componentes que son manufacturados en varios países, caso de los teléfonos móviles.