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Adiós a los bancos de toda la vida: la revolución acaba de llegar a España

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Anuncio de la tarjeta Revolut. (Foto: istock)
Blanca Espada

Durante toda la vida hemos asociado los bancos con oficinas físicas, en las que había ventanillas, frente a las cuáles solían formarse largas colas, y también como no, cajeros. Y aunque la digitalización ha ido transformando esta imagen poco a poco, todavía hay quien necesita hablar con alguien cara a cara para sentir que su dinero está a salvo. Sin embargo, algo está cambiando a gran velocidad, y uno de los nombres que está protagonizando esa transformación es Revolut. La conocida fintech británica acaba de dar un paso que podría alterar por completo el panorama bancario en España.

Lo que antes parecía terreno exclusivo de las grandes entidades tradicionales, es decir, el hecho de tener cajeros automáticos en cada esquina, ahora se convierte en objetivo estratégico de un banco 100% digital. Revolut ha anunciado el despliegue de 200 cajeros propios en España, en lo que supone su primera incursión física de este tipo a nivel mundial. Y la elección del país no es casual: con más de cinco millones de usuarios españoles, la firma quiere consolidarse y ampliar su base, dando respuesta a una necesidad que muchos clientes digitales todavía arrastran, aunque usen el móvil para casi todo. Este movimiento, lejos de ser anecdótico, marca un punto de inflexión. Porque no se trata sólo de instalar máquinas para sacar dinero. Lo que Revolut está haciendo es, en realidad, reinventar el cajero automático, convertirlo en una especie de punto de servicio tecnológico que elimina la necesidad de oficinas bancarias convencionales. Pero ¿dónde vamos a poder encontrar los  cajeros de Revolut?.

Adiós a los bancos de toda la vida: la revolución acaba de llegar

El despliegue comenzará por las dos principales ciudades del país: Madrid y Barcelona, elegidas tanto por su densidad de población como por la alta actividad financiera que concentran. En los próximos meses, ambas urbes recibirán los primeros 50 cajeros automáticos de Revolut, que marcarán el inicio de esta nueva etapa híbrida entre lo físico y lo digital.

Pero el plan no se queda ahí. Tras esta fase inicial, la fintech británica extenderá su red a otras grandes capitales como Valencia, Málaga, Sevilla o Bilbao, con el objetivo de alcanzar los 200 dispositivos antes de que finalice el año. Se trata de una cobertura estratégica centrada en áreas urbanas con gran tráfico de usuarios, donde la presencia de cajeros sigue siendo clave, sobre todo para quienes viajan o no están del todo familiarizados con la banca digital.

Este modelo también responde a un contexto social concreto: aunque cada vez más personas usan su teléfono para pagar, consultar su saldo o gestionar sus finanzas, el efectivo sigue teniendo un papel importante, especialmente en ciertas franjas de edad o situaciones cotidianas en las que el contacto físico con el dinero sigue siendo útil.

 

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Una nueva generación de cajeros

Lo que diferencia a estos nuevos cajeros de Revolut no es sólo su diseño o ubicación, sino la tecnología que integran. No estamos hablando de simples terminales para retirar efectivo. La apuesta va mucho más allá. Estos dispositivos ofrecerán servicios de cambio de divisa con tipos competitivos, permitirán emitir tarjetas físicas al instante para nuevos clientes, y estarán equipados con tecnología contactless para operar sin necesidad de tocar botones.

Además, en su versión más avanzada, algunos cajeros incluirán sistemas de verificación biométrica, como el reconocimiento facial, con el objetivo de reforzar la seguridad y evitar fraudes. Esto supone un salto cualitativo respecto a los cajeros tradicionales, que muchas veces siguen anclados en interfaces poco intuitivas y medidas de seguridad limitadas.

La intención es clara: convertir cada cajero en un mini centro de operaciones Revolut, disponible las 24 horas del día, sin necesidad de oficina, cita previa o personal humano. Una forma de ofrecer autonomía y confianza al usuario, manteniendo el espíritu digital pero con una base física para quienes la necesitan.

Con esta red de cajeros, la compañía no solo refuerza el servicio a sus clientes actuales, sino que abre la puerta a un nuevo perfil de usuario, más escéptico o menos familiarizado con la tecnología. Personas que, tal vez, no se atrevían a cambiar de banco porque no sabían cómo recibir una tarjeta, o porque querían asegurarse de que podrían retirar dinero sin comisiones en su barrio.

Detrás de esta transformación está el centro de innovación que Revolut abrió en Barcelona en 2024, donde se ha diseñado tanto el software como el hardware de estos cajeros. Es una forma de acercar el producto al usuario, de adaptar el servicio a las demandas locales y de convertir a España en el laboratorio de pruebas de una estrategia que podría replicarse en otros países si funciona.

En definitiva, este despliegue de cajeros no sólo marca un antes y un después para Revolut, sino que podría presionar a otras entidades digitales a seguir su ejemplo. Porque si el futuro de la banca es digital, parece que también necesitará un anclaje físico para conectar con los usuarios de verdad.

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