Crisis empresarial

Abengoa se queda sin tiempo: los acreedores le dan cinco días para evitar la mayor quiebra de la historia

Los bancos no aceptan un nuevo aplazamiento de 10 días como pretendía la compañía

Vuelve a cargar sobre la Junta de Andalucía la responsabilidad de impedir el concurso de acreedores

Abengoa plantea a los acreedores otros 10 días de prórroga mientras la Junta culpa a la empresa

Abengoa.
Abengoa.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Abengoa se empieza a quedar sin tiempo. Después de incontables aplazamientos desde que aprobó su plan de refinanciación a principios de agosto, los bancos y fondos acreedores no han aceptado una nueva prórroga de 10 días como solicitaba la empresa, sino de solo cinco días hasta el 17 de noviembre. De nuevo, los gestores trasladan a la Junta de Andalucía toda la responsabilidad de evitar el que sería el mayor concurso de acreedores en la historia de España.

En un hecho relevante remitido  la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Abengoa asegura que concede este nuevo plazo para que la Junta de Andalucía aporte los 20 millones de euros a los que se comprometió dentro del proceso de reestructuración de la compañía, «única condición que no depende del grupo y que está aún pendiente a día de hoy»,  y se pueda cerrar así su refinanciación.

Por ello, culpa al Gobierno regional de que este «nuevo retraso perjudica de manera significativa la continuidad de los negocios de Abengoa Abenewco 1 y su grupo, que ven limitadas sus posibilidades para acceder a nueva contratación y cumplir con sus obligaciones corrientes, con lo que la demora en el cierre debe llegar a su fin».

Asimismo, reitera su ultimátum a la Junta que ya había lanzado en las prórrogas anteriores: si el 17 de noviembre no se hubiera logrado el cierre de la refinanciación, el Consejo de Administración de Abengoa Abenewco 1 tomará las decisiones que le «correspondan para proteger los intereses de los distintos grupos de interés», ya que «la viabilidad del grupo estará gravemente comprometida».

Abenewco (nuevo nombre de la matriz del grupo) se vería abocada al concurso de acreedores (antigua quiebra) si no cierra antes de la nueva fecha su reestructuración, actualmente pendiente de que el Gobierno andaluz aporte 20 millones.

Guerra entre la Junta y Abengoa

El Ejecutivo que preside Juanma Moreno se ha revuelto en los últimos días contra estas amenazas. Ya antes de la última prórroga, la consejería andaluza de Hacienda negó que se hubiera comprometido en agosto a aportar esa liquidez. El martes pasado, el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, afirmó tajantemente que «no aceptamos que se diga que la operación está comprometida por el apoyo o no de la Junta», y añadió que Abengoa «no ha facilitado la documentación que se le ha solicitado del plan», por lo que ni siquiera han podido analizarlo. Algo que niega tajantemente la compañía, que asegura que la Junta conoce el plan de viabilidad desde junio.

Ante esta situación, en la última semana se ha lanzado el globo sonda de un posible traslado de la sede de Abengoa a Valencia, donde la Generalitat (gobernada por Compromís, PSOE y Podemos) sí estaría dispuesta a poner los 20 millones de marras. Pero esta opción se antoja muy complicada porque Abengoa apenas tiene presencia en esa comunidad y el empresariado local pondría el grito en el cielo porque su Ejecutivo no destine a ellos ese dinero.

Las opciones para la salvación sin la Junta

Si la vía valenciana queda también descartada, la banca y los fondos acreedores se enfrentarán al dilema de llevar a la compañía a concurso o buscar una alternativa para esos 20 millones. Como ha explicado OKDIARIO, los bancos no van a dejar caer a las empresas ‘zombies’ para salvar su imagen, salvo que exista alguien a quien poder culpar; en este caso, sí existe: la Junta. Pero, aun así, una quiebra de este calibre y la gran cantidad de empleados que se quedarían en la calle (14.025 en todo el mundo, cerca de 4.000 de ellos en España) sería algo muy negativo para su imagen.

Como también informó OKDIARIO, a mediados de octubre se buscó una solución alternativa que consistía en aplazar durante cinco años el pago de una cantidad similar, 20 millones, que el grupo (organizado en torno a AbenewCo, la ‘nueva Abengoa’) adeudaba a uno de sus principales proveedores, lo que aliviaba sus necesidades de liquidez y permitía cerrar la refinanciación sin la participación del Gobierno andaluz.

Pero esta solución requería de la aprobación unánime de todos los acreedores de Abengoa implicados en su refinanciación. Según fuentes conocedoras de la situación, una de las principales entidades acreedoras (Santander, Bankia, Crédit Agricole, Caixabank, BBVA y Bankinter) se descolgó oponiéndose a esta fórmula, lo que ha provocado los dos últimos aplazamientos: de 15 días primero y de otra semana después.

Una última opción puede ser acudir al Fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas del Gobierno central, posibilidad que de momento nadie ha puesto sobre la mesa y que tendría el obstáculo de que los problemas de Abengoa no son puntuales y no provienen del covid.

Una refinanciación de 550 millones, pendiente de 20

La refinanciación de Abengoa, acordada en agosto con la banca, pivota en torno a la financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) -hasta 230 millones de euros- y de la Junta (20 millones), la concesión de avales -hasta 300 millones con la cobertura de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce)-, la capitalización de deuda de proveedores y acreedores (153 millones) y los cambios en las condiciones de sus bonos.

De cerrarse la reestructuración, Abenewco, que es una cuarta parte de lo que en su día llegó a ser Abengoa en términos de facturación y empleo, pasará a estar controlada por el fondo de inversión KKR y por el Banco Santander, con aproximadamente el 17 % y el 20 % del capital, respectivamente.

Por su parte, ‘vieja Abengoa’ ( la que cotiza en bolsa, en manos de los antiguos accionistas) pasará de controlar el 5 % de Abenewco a tener entre el 3,5 % o el 2,7 %, dependiendo de si el Santander ejerce o no una opción de compra que posee.

Por su parte, la plataforma de accionistas empleados de Abengoa ha criticado este jueves lo que denomina «supuesto plan de viabilidad» de la empresa presentado por Abengoashares (una asociación de accionistas minoritarios, que pretende incrementar su porcentaje en Abenewco), por considerar que responde a intereses «particulares» de quienes «no han dudado en poner en riesgo la viabilidad del grupo».

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