Espanyol y Barcelona firman tablas (2-2) en el derbi catalán

Wu Lei pone patas arriba el derbi y la Liga

Espanyol y Barcelona firmaron tablas en un encuentro repleto de alternativas y en el que Luis Suárez y Vidal remontaron el tanto inicial de David López, pero Wu Lei empató en el 88, provocando el júbilo de la afición del RCDE Stadium.

Wu Lei
Los jugadores del Espanyol celebran el 1-0. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El derbi catalán más desigualado –por clasificación– de los últimos tiempos acabó resultando un espectáculo trepidante que acabó con merecidas tablas. El Barcelona logró remontar un encuentro en el que el nuevo Espanyol de Abelardo presentó batalla y se adelantó con merecimiento, pero se ocupó tanto en frenar a Messi que acabó por despistar a Luis Suárez, en una de sus mejores versiones en los últimos meses. El charrúa, mágico e incisivo en la segunda mitad, encontró en Arturo Vidal al secuaz revolucionario con el que voltear momentáneamente un choque que Wu Lei empató en 88′ para poner un punto de justicia y dar vida al Espanyol.

Todos esperaban a Messi en el RCDE Stadium, pero fue alrededor de Luis Suárez sobre el que giró el partido. El charrúa ejemplificó los peores momentos del Barcelona con fallos en una circulación improvisada y dependiente del talento de Busquets, De Jong y un más que intermitente Messi, pero apareció en tres ocasiones, primero para avisar con un remate notable al palo, y ya en la segunda mitad, para marcar y asistir –a Vidal– de forma casi consecutiva y darle la vuelta al partido.

El derbi catalán dejó de lado las connotaciones independentistas para anteponer lo futbolístico, lo cual es de agradecer. El estreno de Abelardo ante su público y frente al que fuera su equipo como jugador no hizo cambiar al asturiano la estrategia por la que se ha hecho conocido. El Pitu empleó su 4-4-2 característico, con Darder enganchando con Calleri, que se las tuvo tiesas con Piqué durante su estancia en el partido.

No fue el único enemigo del central del Barcelona, que solventó su trabajo en el césped a pesar de la música de viento que retumbaba desde las gradas. El enemigo íntimo del madridismo también lo es del seguidor del Espanyol, que aparcó sus rencillas en el minuto 21 con la clásica ovación a Dani Jarque. Dos minutos después, en forma de homenaje al malogrado y eterno capitán espanyolista, uno de los símbolos de la actual plantilla, David López, adelantaba a los pericos con un cabezazo inapelable que no detuvo Neto y, para despejar dudas, tampoco hubiera podido hacerlo Ter Stegen.

Remontada con ‘sello Suárez’

El Barça no comparecía en una versión que rozase el aprobado y aun con ello, en los últimos minutos tuvo acercamientos como para considerarse merecedor del empate. Luis Suárez tuvo la más clara, pero su remate, heterodoxo pero de bella factura, se estrelló con el palo de la portería de Diego López, quien se marchaba al descanso con la victoria parcial, pero también con la sensación de que el sufrimiento sería innegociable en la segunda mitad.

El Barça sólo podía mejorar y así lo hizo. Suárez, tras un centro medido de Jordi Alba, remataba a la red con un remate que sólo un obseso del gol puede llegar a intentar. El uruguayo había fallado en una ocasión, pero no sólo no iba a perdonar sino que en la siguiente eligió la mejor opción, asistiendo con maestría a Vidal para el 1-2. En un abrir y cerrar de ojos, el Espanyol se dejaba remontar, dando una sensación que tantas veces hemos visto en candidatos al descenso.

De Jong y Wu Lei, pareja ganadora del Espanyol

El encuentro permanecía controlado para el Barcelona con un Espanyol cansado y que no creía demasiado en el empate, pero a falta de 15 minutos, De Jong duplicó su error en salida de balón al agarrar a Darder cuando se marchaba a la contra. Segunda amarilla y expulsión del holandés, que pecó de inexperiencia y se marchó hundido tras un abrazo paternal de Piqué, sin saber aún la que se le venía encima.

Valverde retocó el once –ya diez– con Semedo en lugar de Griezmann para colocar un 4-3-2 con los dos estiletes del ataque en busca de una ocasión que finiquitara el partido y los siete restantes de campo defendiendo el fortín de Neto. La tarea no iba a ser sencilla y aunque los culés pudieron incluso anotar el 1-3, Wu Lei aprovechaba un despiste de Lenglet para imponerse en el área y cruzar un remate de órdago que ponía patas arriba el derbi, la Liga y el RCDE Stadium con un empate que le da un punto de esperanza al Espanyol… y devuelve al liderato al Real Madrid.

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