Champions League: Atalanta 2-3 Villarreal

El Villarreal acompaña a Madrid y Atlético en octavos

El Villarreal avanza a los octavos de final de la Champions League, tras imponerse a domicilio al Atalanta por 2-3, con doblete de Danjuma y otro gol de Capoue

Recital de Parejo y Gerard Moreno en Bérgamo, que permitió a los amarillos ponerse 0-3, aunque acabaron pidiendo la hora tras sendos tantos de Malinovsky y Zapata en el tramo final

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Misión cumplida

El Villarreal acompaña a Madrid y Atlético en octavos
Los jugadores del Villarreal celebran un gol contra el Atalanta (AFP).
Hugo Carrasco

El Villarreal estará en los octavos de final de la Champions League. Un recital ofensivo de Parejo, Gerard Moreno y Danjuma –bigoleador– permite al equipo de Unai Emery resolver su clasificación para la siguiente ronda como segundos de grupo. El doblete del delantero neerlandés y otro tanto de Capoue pusieron 0-3 al submarino, pero la gran reacción del Atalanta mantuvo la incertidumbre hasta el final, tras los goles de Malinovsky y Zapata.

La nieve caída sobre Bérgamo el pasado miércoles provocó el aplazamiento del último encuentro de la fase de grupos y nos permitió ver sobre el césped un aténtico espectáculo. Era una final para ambos y se notó desde el primer minuto, con un intercambio de golpes constante, sin especulación alguna y con un gran ritmo de juego, en el que los de Emery se impusieron a los puntos, siendo muy superiores durante gran parte del partido, pero desconectándose en la última media hora. Aún así, fue suficiente para obtener su billete para los octavos de final.

La cobra a la Europa League –de la que son vigentes campeones y a la que habrían caído si hubieran perdido– llegó pronto, pero hubo que sufrir para confirmarla. El Atalanta salió lanzado, como acostumbra y Parejo aprovechó una pérdida en el centro del campo para dejar solo a Danjuma ante Musso, al que batió por bajo. Corría el minuto 3 y el guion del partido no podía ir mejor.

Pero es de sobra sabido que los de Gasperini no se arrugan. Comenzaron el partido apretando y, tras el gol, no decayeron en su insistencia. Metieron una marcha más los italianos, acercándose con mucho peligro a la meta de Rulli y dejando muchos huecos a la espalda, lo que permitió ver un auténtico partidazo de ida y vuelta frenético en el Atleti Azurri d’Italia.

El intercambio de golpes fue constante. Se equivocó el portero argentino en una salida que pudo castigar Toloi, pero la mandó arriba. Contestó de nuevo el Villarreal, con otro envió de Parejo –en su salsa con tanto espacio– que apunto estuvo de aprovechar Gerard Moreno, pero se cruzó providencial Palomino. Maehle la mandó después a la madera, mientras que Rulli voló después para enmendar su error anterior y evitar lo que hubiera sido un golazo de Freuler.

Llegaban más por el costado derecho, con Hateboer, los nerazzurri, generando mucho peligro sobre una meta bien defendida por el meta argentino, que sacaba todo lo que le llegaba. Por su parte, entre Parejo y Danjuma trataban de sentenciar a la espalda de Demiral, que no podía hacer nada a la carrera contra el neerlandés.

Pecador en más de una ocasión por su conservadurismo, Emery parecía haber aprendido de los golpes recibidos en esta Champions. Les servía el empate, pero planteó un partido de tú a tú, en el que sabía que podían causar un importante destrozo a la espalda de los oróbicos. Con mucha personalidad, el Villarreal superó los momentos más complicados y cuando mejor plantados estaban, lograron el segundo.

Antes del descanso, Capoue finalizaba con un trallazo ante el que nada pudo hacer Musso una gran jugada colectiva, con Gerard, Moi Gómez y el propio mediocentro francés como actores principales. Era el 0-2 y la sentencia prácticamente definitiva, pues el Atalanta necesitaba hacer tres goles en la segunda mitad para privar a los amarillos meterse en la siguiente fase.

Buscó soluciones Gasperini tras el descanso, dejando en el vestuario a un sobrepasado Demiral y a Pessina, introduciendo a Djimsiti y Malinovsky. El Aún así, el Villarreal parecía dejarlo todo más que sentenciado cuando apenas se habían jugado cinco minutos de la segunda parte. Gerard se inventó un auténtico jugadón en el área, cediendo para Danjuma, que se giró e hizo el tercero.

La fiesta amarilla en Bérgamo era total. Pero el Atalanta ha demostrado ya en multitud de ocasiones que, ante ellos, no margen para la desconexión, que llegó. Malinovsky hizo el gol de los italianos en el minuto 71′ y tres minutos después llegó el susto, con un balón aéreo que atrapó Rulli y que acabó dentro de la portería, tras una falta de Toloi en el salto. Lo invalidó el colegiado, pero los italianos ya eran superiores y generaban ocasiones con absoluta facilidad.

La resurrección de la Dea se confirmó en el 80′. Duván Zapata se plantó solo ante Rulli, aprovechando un gran pase entre líneas de Ilicic y le batió por alto. El miedo se palpaba ya en el Villarreal, al que aún tenían que hacerle dos goles para eliminarle, pero en esto del fútbol ya se sabe que no hay imposibles.

Se defendía con sufrimiento el equipo español, ya sin Gerard y Danjuma sobre el césped, ante el asedio total del Atalanta. Muriel agarró un balón muerto en la frontal que se estrelló en la madera, dejando helado a los de Emery, y el rechace lo mandaba fuera milagrosamente Toloi.

Durmieron el partido en los últimos minutos los amarillos, que tras rozar el empate no volvieron a conceder ocasión alguna. Al final, victoria más sufrida de lo esperado, por como se había puesto el partido, pero que permite al Villarreal volver a los octavos de final de la Champions League 13 temporadas después. Por su parte, el Atalanta se irá al play-off de la Europa League, como Barça y Sevilla, entre otros.

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