Hamilton y Vettel en dos décimas con Fernando Alonso noveno
El juego de humo y espejos de los viernes se esfumó con los primeros giros de la última sesión de entrenamientos. Con las nubes amenazando levemente un Montmeló más frío, Vettel y Hamilton arrancaron un baile que durará hsta la bandera a cuadros del domingo. Ferrari salió de su escondite para mostrar a Mercedes que están más cerca de lo que se podía pensar: a dos décimas.
No lideró el alemán de milagro: había destrozado el crono del circuito haciendo su récord absoluto. Pero por detrás, como el semidiós de Marvel en horas bajas, apareció Lewis Hamilton y su temido martillo para arrancarle al tiempo unas décimas. Imperceptibles. Ni un suspiro. Nada en la vida, todo en la Fórmula 1.
Bottas también se revolvió en el Circuit: trece milésimas de diferencia con su compañero. Si dos décimas no son nada, qué decir de esta distancia. Red Bull se alejó de los tiempos del viernes que les colocaban más cerca de una posible segunda línea. Verstappen apenas rodó 5 vueltas y Ricciardo sólo pudo ser séptimo, a 7 décimas del mejor tiempo de Hamilton. Distancias cercanas para jugarse la pole más importante del año… con permiso de Mónaco.
Esperando el asalto final en la sesión de clasificación, Fernando Alonso continúo dando pasos hacia la Q3 en los entrenamientos. El efecto de las mejoras hace las veces de ibuprofeno para paliar la enfermedad de una McLaren que no acaba de llegar a esa zona noble de la parrilla. Noveno. A 1,5 segundos de los mejores tiempos de Vettel y Hamilton. Sainz salió de la cueva y colocó el Renault octavo. Al loro, que no está tan mal.