Todos los desplantes de Piqué en la Selección

Gerard Piqué está en boca de todos. Tras echar gasolina a un incendio ya de por sí difícil de controlar como el tema del pseudo referéndum y la independencia de Cataluña, el central del Barcelona y de la Selección ha suavizado su discurso este miércoles. Pero la afición no es tonta y conoce de sobra el historial de ‘Geri’, que pese a defender la camiseta de La Roja ha hecho varios desplantes al combinado nacional durante los últimos tiempos. 

El incendio independentista

La gota que ha colmado el vaso para que la afición española se eche encima de Piqué ha sido lo ocurrido durante los últimos días. El central catalán se enorgulleció en Twitter de haber votado en un referéndum amañado e ilegal, compartió vídeos y mensajes contra los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, contra el Gobierno, contra TVE… La cosa no quedó ahí, tras el partido del Barcelona ante Las Palmas, que por cierto no quería jugar y acabó jugando, cargó -entre lágrimas de cocodrilo-contra Rajoy, contra la Policía y la Guardia Civil y vino a decir que no le importaría dejar la Selección, aunque este miércoles ha estado más suave en rueda de prensa en Las Rozas. 

Las mangas cortadas

Piqué fue el único futbolista de la Selección que saltó al terreno de juego ante Albania sin la bandera de España en la camiseta. El central alegó que se puso la elástica larga pero cortó las mangas. Destaca que jugó con una térmica debajo, al igual que otros compañeros, pero ellos se pusieron directamente la camiseta de manga corta.

Tras el encuentro, dio unas explicaciones que no se sostenían. Además, aseguró que se retiraría del combinado español tras la cita mundialística de 2018 de Rusia. “Esta es una de muchas”, dijo, al igual que reconoció que no se trata de un “calentón” y que lo tiene “muy meditado”.

Peineta al himno nacional

Hace unos meses, en la Eurocopa de 2016, Piqué protagonizaba la penúltima polémica con la Selección. Sonaba el himno y cuando la cámara de televisión pasó por delante del central, Gerard pasó del puño cerrado a estirar el dedo corazón, haciendo un gesto similar a la peineta.

“Me estaba crujiendo los dedos”, dijo Piqué para explicar su gesto en las redes sociales. “Dejemos de buscar polémicas donde no las hay”, continuó el defensa, para acabar animando a lograr el título europeo: “Intentemos ganar la Eurocopa todos juntos”.

Me estoy crujiendo los dedos durante el himno. Dejemos de buscar polémicas donde no las hay e intentemos ganar la Eurocopa todos juntos.

— Gerard Piqué (@3gerardpique) 21 de junio de 2016

Mirada desafiante ante República Checa

España se estrenaba en la Eurocopa de 2016. Últimos minutos del choque y todo apuntaba al empate. Hasta que Gerard anotaba el 1-0 en el minuto 87, lo que servía para que el combinado entrenado por Vicente del Bosque se llevase los tres puntos.

En la celebración, tras recibir pitos durante un largo tiempo atrás, Piqué acudía a la línea de fondo y sin gesticular miraba a la grada. Sostenía la mirada al público, a las cámaras. Parecía un mensaje para la afición española después de recibir durante meses la pitada de la hinchada.

Escupitajo a Pedro Cortés

España celebraba por las calles de Madrid el Mundial de 2010 de Sudáfrica. En el autobús corría la cerveza y la alegría. Los integrantes de la Selección festejaban la primera Copa del Mundo de la historia de la Selección.

Fábregas se acerca a Piqué y le dice algo al oído. Gerard reacciona y escupe, a modo de broma, a la espalda de Pedro Cortés, delegado de la Selección. Las carcajadas del central y Cesc aumentan, mientras Cortés no se ha enterado. Posteriormente, el ex presidente del Valencia le quitó hierro al asunto: “Fue una chiquillada sin maldad”.

Los pitos

Antes de disputarse una final de Copa del Rey, Piqué no censuró completamente los pitos al himno por parte de la afición. “Que silben indica un malestar”, afirmó. “No es la mejor decisión pitar un himno, pero no soy yo el que está en la grada”, continuó el central.

Además, su famosa frase: “Y gracias a Kevin Roldán, contigo empezó todo”, no le ha ayudado. Todo esto se ha traducido en pitos y silbidos por parte de los seguidores de la Selección, mostrando su malestar con las actuaciones de Piqué fuera del campo.

Sí a la consulta catalana

El catalán daba una rueda de prensa tras toda la polémica que le rodeaba con la independencia de Cataluña. “Creo que es algo democrático. Tiene que suceder, la gente tiene su derecho a poder votar”, dijo Piqué en la sala de prensa.

Además, aseguró que estar a favor de la consulta no tiene nada que ver con la Selección. “De mí no se puede dudar. Llevo jugando con España desde los 16 años. Siempre lo he dado todo”, aseguró, a la vez que reconocía sentirse catalán.

Ir a la Diada

“Fui a la Diada porque soy catalán. Fui con mi gente para disfrutar de un día importante por el ambiente festivo”, respondió Piqué cuando fue cuestionado por su asistencia al acto. El futbolista del Barça acudió a título personal y no institucional.

Feliç Diada de Catalunya a tothom! pic.twitter.com/Vp2LnAa937

— Gerard Piqué (@3gerardpique) 11 de septiembre de 2014

Allí, se fotografió con los asistentes, al igual que con su hijo Milan, que vestía la camiseta del Barça de la senyera. “Nunca había vivido algo así. Simplemente inolvidable», publicó Piqué en las redes sociales.

Su relación con Arbeloa

Compañeros en la Selección. Juntos consiguieron la Eurocopa de 2008 y 2012, y el Mundial de 2010. La mala relación entre ellos viene de lejos. El mayor  desprecio llegó por parte de Gerard Piqué, que en zona mixta declaró: “Arbeloa no es amigo, quizás conocido, cono…cido”. Algo que no sentó bien en el público.

Además, han protagonizado alguna guerra en las redes sociales. Las polémicas arbitrales han sido el principal foco de sus disputas, sobre todo, en Twitter.

Su relajación en Brasil

España ya estaba eliminada después de una mala actuación en el Mundial de Brasil. En el tercer choque de la fase de grupos, ante Australia, jugaron los menos habituales. Gerard Piqué se quedó en el banquillo y se le vio una actitud nada positiva.

Mientras transcurría el encuentro, el central catalán no prestaba atención al partido. Parecía que ya estaba de vacaciones. Se le veía con los ojos cerrados, remangándose los pantalones y la camiseta, más interesado en coger sol que en animar a sus compañeros.