Thiem tumba a Djokovic en un partido épico y se mete en la final del Masters
Dominic Thiem es el primer finalista de la Copa Masters después de derrotar a Novak Djokovic en un partido frenético, en el que ambos lucharon con todo durante casi tres horas de juego. El austriaco, que perdió en el tie-break del segundo set la oportunidad de cerrar el encuentro, se levantó en el tercero y, de nuevo en la muerte súbita, remontó un 0-4 desfavorable para meterse en el partido por el título en Londres por segundo año consecutivo.
El encuentro se presumía como un duelo titánico entre el número uno y el tenista que, con permiso de Medvedev, había demostrado estar en mejor forma sobre el tapete del 02 Arena. Djokovic venía en claro nivel ascendente después de la victoria frente a Zverev y Thiem, que dejó dudas ante Rublev, estando ya clasificado, debía resetear en pos de encontrar la temible versión mostrada ante Rafa Nadal.
Los intercambios de los primeros juegos de partido aprobaron la condición de estelar de este. Thiem dominaba con su servicio e intentaba hacer lo propio al resto, mientras Djokovic, cómodo al contraataque, no dejaba resquicio a un break que, sin embargo, iba a llegar en el undécimo juego. Nole dudaba en el momento clave y a la primera, su rival le ‘robaba’ el saque para cerrar a continuación el primer set.
El esfuerzo de ambos en el primer parcial apuntaba a notarse en las postrimerías del partido y Djokovic, que no encontraba la manera de hacer daño al resto, al menos podía mantener su servicio para seguir vivo en la lucha. El serbio levantó una pelota de break con dos dos y tuvo una, escasa, con 4-4 antes de que Thiem se colocara, en su primer jaque, a un juego del triunfo.
Reacción y apagón de Nole
Djokovic solventaba la primera de sus situaciones contra las cuerdas y emplazaba al tie-break la decisión de la manga. La muerte súbita, una auténtica locura, contó con aciertos sobresalientes, fallos incomprensibles y la imposibilidad de cerrar hasta el vigésimo segundo punto. Al undécimo mini-break del tie y tras levantar cuatro pelotas de partido, Nole daba la de cal y forzaba la tercera manga del partido.
El triunfo parcial debía espolear a Djokovic, cuyo rendimiento iba a ser clave en uno de los primeros tramos en los que tendría oportunidad de mandar a Thiem a la lona. Sin embargo, el austriaco, todo corazón y talento, tiró de esto último para mantenerse con su servicio y seguir llevando el partido a una solución de lo más igualada. Un sólo break iba a decorar el marcador y, por tanto, el tercer set también acabaría en un tie-break.
Nole se adelantaba por 4-0, dejando el partido, aparentemente visto para sentencia. Entonces, sucedió un nuevo capítulo inesperado dentro del thriller del partido. Un apagón inexplicable de Djokovic daba seis puntos consecutivos a un Thiem que, si bien no a la primera –la quinta en el partido–, a la segunda iba a levantar los brazos de forma definitiva como flamante primer finalista del Masters.