Los siete pecados capitales de Luis Enrique que pueden echarle del Barça
A Luis Enrique los pétalos de rosa se le han vuelto espinas en su propia casa. Con el vestuario en plena guerra civil entre los divos, los indignados y los pasotas, el técnico asturiano ve cómo su futuro pende del mismo hilo, sutil y delicado, del que cuelgan a día de hoy sus opciones de conquistar el título de Liga.
El ruido de sables en la directiva de Bartomeu ya ha comenzado, porque tres derrotas consecutivas en Liga y la eliminación de Champions ante el Atlético son demasiadas para un equipo como el Barcelona, tan acostumbrado a ganar como a las ayudas arbitrales. Y el culpable, como siempre, es el entrenador, aunque en este caso puede que a los dirigentes culés no les falte razón.
Estos son los siete pecados capitales de Luis Enrique que pueden condenarle a los infiernos de salir del Barcelona este verano.
1) Malos resultados
Siempre es el primer pecado de cualquier entrenador antes de ser despedido. Si la pelota entra y el equipo gana, hasta el entrenador más antipático o maleducado se convierte en un ídolo para la afición. Eso le ocurrió a Luis Enrique el año pasado. Ahora, la eliminación ante el Atlético en la Champions ha sido el primer clavo de su ataúd, seguido de las tres derrotas consecutivas en la Liga. Si el Barcelona no conquista el título, los resultados serán la causa principal de la destitución de Luis Enrique.
2) Sin mano izquierda con los jugadores
La directiva del Barcelona acusa a Luis Enrique de falta de tacto con sus futbolistas. En la plantilla del equipo azulgrana son varios los jugadores que se sienten invisibles para su técnico, que sólo tiene ojitos para las estrellas del vestuario. El entrenador asturiano nunca ha sido famoso ni por su mano izquierda ni por su talante, ahora son varios los jugadores indignados con su entrenador.
3) Sometido a los caprichos de los cracks
Luis Enrique quiso empezar su etapa en el Barcelona con mano dura con los cracks. Sacar el látigo estuvo a punto de costarle el puesto el técnico asturiano a mitad de la temporada pasada. Fue después de dejar en el banquillo a Messi en Anoeta cuando el astro argentino pidió la cabeza de su entrenador. Luis Enrique rectificó a tiempo y, desde entonces, siempre se pliega a los caprichos de sus tres cracks en la delantera: Luis Suárez, Messi y Neymar.
4) Mala imagen en la sala de prensa
En Barcelona no recuerdan un entrenador tan agrio en la sala de prensa desde Van Gaal. Después de que Guardiola trasmitiera esa imagen beatífica de portavoz del club, ni Tito Vilanova ni el Tata Martino crearon grandes follones con los periodistas. Sin embargo, llegó Luis Enrique con su estilo áspero y a veces macarra y cada rueda de prensa en Barcelona se ha convertido en una batalla dialéctica entre los periodistas y el entrenador azulgrana.
5) Falta de rotaciones
Los dirigentes del Barcelona creen que Luis Enrique no ha sido capaz de refrescar al equipo cuando tenía la Liga más que encarrilada. El técnico del equipo azulgrana ha sobrecargado de minutos innecesariamente a futbolistas capitales que han llegado fundidos al tramo final de la Liga. La falta de rotaciones ha acabado condenando al Barça como le ocurrió al Real Madrid de Ancelotti.
6) Se bloquea en los partidos grandes
Le ocurrió ante el Real Madrid en el Camp Nou –la sustitución de Rakitic por Arda tumbó al equipo– y repitió los mismos errores en la lectura del partido en el Calderón y en la última derrota ante el Valencia, en la que Luis Enrique no hizo ni un solo cambio en los 90 minutos del partido. Esta lentitud del técnico azulgrana en hacer los cambios exaspera a los dirigentes del Barcelona.
7) No conecta con la grada del Camp Nou
Por último, a Luis Enrique se le acusa de falta de conexión con la grada azulgrana. El entrenador del Barcelona no ha sido capaz de imprimir su sello al equipo y eso el Camp Nou lo detecta. Este no es el Barcelona de la MSN, o de Busquets, o de Iniesta, pero no el Barça del técnico asturiano.