Sara Ezquerro: «He sentido mucho miedo por las amenazas y las bestialidades que me han dicho»
Sara Ezquerro se define como «una chica de 17 años que vive por y para el fútbol». Su vida cambió radicalmente el día que Real Madrid y Atlético de Madrid disputaron la final de la Champions en Milán. Ese 28 de mayo para Sara, como para cualquier aficionado al fútbol, era especial y más si juega tu equipo. Por la tarde, esta joven estudiante de primero de Bachillerato agarró su bufanda madridista y se fue con su amiga María a los aledaños del Bernabéu. Hasta ahí todo normal.
Su nombre llegó a hacerse Trending Topic. La foto de la portera del Atlético Féminas B animando al Real Madrid no sentó nada bien a los aficionados de su otro equipo. Su punto de mira ahora está en encontrar un equipo lejos del Cerro del Espino.
-Pregunta (P): No ha sido una temporada fácil.
-Respuesta (R): Ha sido la mejor por los triunfos colectivos, pero a nivel personal es de las peores porque he estado lesionada siete meses. Cuando he empezado a sentirme yo misma, pasó lo de la foto. Siento que he perdido toda la temporada. Estoy muy orgullosa a nivel de equipo porque nadie se lo esperaba y hemos ganado la Liga y la Copa de Madrid. Esta semana mis compañeras también se han ido a un torneo en Marbella y han ganado.
-P: ¿Y usted no fue?
-R: No me han dejado ir. Me han separado del equipo.
-P: ¿Cómo llega al Atlético?
-R: Fue hace tres años, tras ganar un campeonato de España con el Torrelodones con chicos siendo tres años más pequeña. Mi padre se puso en contacto con María Vargas (directora deportiva del Atlético de Madrid Féminas). Ella dijo que tenía mucha proyección para la poca edad que tenía y que le gustaría que jugara con ellos.
-P: ¿Celebró La Undécima del Real Madrid en Cibeles?
-R: No fue así. Las cosas no son como se han publicado. Fui a las calles del Bernabéu y la foto está tomada a las 20:20 de la tarde antes del partido. Sí, me hice esa foto como otras tantas que me hice, pero en ningún momento pensé que nadie la iba a subir. No estaba celebrando nada porque aún no se había jugado el partido y al contrario de lo que se ha dicho no era en Cibeles.
-P: Menuda se lió…
-R: Y tanto. Al día siguiente, el domingo me etiquetaron en una foto, pero yo no lo vi. Me levanto el lunes por la mañana y veo que tengo el WhatsApp a reventar, el Twitter me estalla y el Instagram igual. Y veo un mensaje de mi amiga diciendo: «Lo siento Sara, la he cagado». Entré en Twitter y vi la foto. Tenía también mensajes del Atlético diciéndome que tuviera cuidado. Esa mañana tenía que ir al colegio para hacer un examen de matemáticas que no pude hacer porque no me creía lo que me estaba pasando. A las 12 de la mañana empiezo a ver mi cara en todos los periódicos deportivos. Fue surrealista. Ese día todo el mundo me criticaba y no encontré ningún apoyo. Todo eran insultos. Fue horrible.
-P: ¿Cómo se lo dijo a sus padres?
-R: Al ver la foto, tampoco pensé que se liaría la que se lió. Cuando ya abro Twitter y veo que todo lo que leo sobre mí son insultos, pues me agobio mucho y se lo explico a mi madre. Ella es la que peor lo ha pasado porque he recibido amenazas de todo tipo. Yo he estado en shock, pero ella es realmente la que más lo ha sufrido. Ha temido por mi, ha tenido que llevarme al colegio en coche por las bestialidades que me decía la gente.
-P: ¿Ha tenido miedo?
-R: Sí, he sentido mucho miedo. Cuando mi equipo jugaba o entrenaba no he podido ir al Cerro del Espino a verlas porque eran tantas las amenazas y las bestialidades que me han dicho que pensaba que alguien era capaz de ir a por mí.
-P: ¿Y ahora?
-R: Parece que todo se ha calmado un poco. Como me han echado y el Atlético ha ganado la Copa de la Reina…
-P: ¿Qué le dijo el Atlético cuando sale la foto?
-R: El primer contacto que tengo con el Atlético es con el responsable de comunicación. Me manda la captura de la foto que subió mi amiga (ex jugadora también del Atlético) con un mensaje: «Sara por favor, ten cuidado con lo que haces». Yo estaba durmiendo y cuando me desperté tenía diez mensajes. Pregunté qué hacía y me dijeron que estuviera tranquila y que no pasaba nada, que el club se comunicaría conmigo. Después de comer, me llamó mi madre porque María Vargas y Lola (presidenta del Atlético Féminas) querían reunirse en el Calderón para hablar conmigo. Me dijeron que creían que se había ido todo de las manos y que no era para tanto. Que no era normal la cantidad de amenazas recibidas y que iban a hacer todo lo posible para que la cosa se calmara. Se preocuparon por mí. También me dijeron que por seguridad no pisara el Cerro, que era mejor prevenir que curar. Y desde ese día no he vuelto a jugar ni a entrenar.
-P: ¿Entiende que haya molestado a los atléticos?
-R: Entiendo que a un aficionado que vaya a ver el fútbol femenino le haya molestado. Pero de las miles de amenazas y críticas que he recibido como mucho habrá dos que sepan quien era yo. Si de verdad comiese por ellos, lo entendería. Yo no he matado a nadie. Me decían que con su abono me estaban pagando. Que se enteren primero. Si nadie sabía quien era yo antes de esto. Además, yo no me estaba riendo del Atlético por perder la Champions. Me molesta porque hay cosas que se han dicho que no son verdad. Ni es Cibeles, ni estoy celebrando nada. Yo estaba con una amiga y me hice una foto.
-P: Pero usted no oculta que es del Real Madrid.
-R: Sí, soy del Madrid. Pero cuando el Atlético ganó la Liga hace dos años yo estuve en Neptuno celebrándolo. Soy del Madrid, pero no anti-atlética.
-P: Entonces, ¿la han despedido?
-R: No me han querido renovar un año. Su idea es que me vaya a jugar a otro equipo y cuando todo se calme y la gente se le olvide quien soy volver al Atlético sin que yo tenga que estar preocupada por las críticas. Ellos dicen que han mirado por mí. Les ha molestado que me tenga que ir porque dicen que tengo futuro, pero que tienen que mirar por mí, que soy la que sufro y la que estoy recibiendo amenazas.
-P: ¿Cómo se lo cuentan?
-R: El pasado lunes se hizo una gala, que se celebra todos los años del Féminas para dar premios y reconocimientos. Pregunté a María si podía ir y me dijo que sí, pero que después hablábamos. Yo pensaba que me iba a quedar, sinceramente. Se sentó conmigo y me dijo que la decisión no la había tomado ella, pero que no había otra. Que lo mejor es que me fuera un año. Que me imaginara la que se podía liar si tuviese que subir al primer equipo. Que por ellos y por mi seguridad lo mejor es que esté un año retirada del club.
-P: Entonces, ¿de quién es la decisión?
-R: Del club, no me señalaron a ninguna persona. No lo sé.
-P: ¿Siente que es injusto?
-R: Si lo miras por una parte, yo no tengo ninguna culpa. Yo no he subido la foto. La que se jode soy yo que no puedo jugar en el Atlético de Madrid, que es un club grande. Pero por otra, entiendo que a la gente se le ha ido la cabeza y ha sido muy bestia las cosas que me han dicho. Yo no sé si la próxima temporada voy a estar en el Cerro del Espino y van a venir tres personas a gritarme y a no sé qué. Entiendo que miren por mi seguridad y que prevengan. Me hubiese dolido más si me hubieran echado, pero diciéndome que volveré tras un año pues también lo agradezco, obviamente.
-P: ¿Buscó en Internet todo lo que se decía de usted?
-R: Cuando hablé con el club me dijeron que lo mejor para que me calmara era que no me metiera en las redes sociales y que no leyera nada. Cada dos por tres me llegaban notificaciones y era imposible. Entraba en Google y ponía mi nombre. ¡Si es que fui Trending Topic! En mi vida pensé que mi nombre iba a llegar al lugar donde he llegado.
-P: ¿Qué ha aprendido de todo esto?
-R: Que las redes sociales hacen mucho daño y que hay que saber usarlas. Tengo 17 años y no sé utilizarlas. Nos creemos que es jijijajá, pero una red social no es juego y lo pueden usar en tu contra. He aprendido una lección que me va a servir.
-P: ¿Ha llorado?
-R: Sí. El lunes, en vez de ir al examen de matemáticas me tuve que ir a un parque temblando. Ahora voy a los campos y la gente me reconoce, me mira, habla de mí. Mientras no me insulten… «Mira la madridista», me dicen.
-P: Si volviese al pasado…
-R: Borraba de mi vida ese día, solo por la foto. Lo he pasado muy mal. Yo quería seguir en el Atlético porque mis amigas están ahí. Ahora no me dejan.
-P: ¿Tiene ofertas?
-R: Me han llegado muchas y no sé que hacer aún. El mismo día que pasó todo ya tenía alguna.
-P: ¿Alguien del Real Madrid se ha puesto en contacto con usted?
-R: Aficionados sí, muchos. Me han dicho que ese es el orgullo del madridista. Que así somos los fans de verdad y que es una pena que el Madrid no tenga equipo femenino.