La Real Sociedad desafía a Illa y al CSD: meterán a 1.000 personas en Anoeta

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Salvador Illa, retado por la Real Sociedad.

La Real Sociedad es el primer gran equipo de fútbol en España que pretende acoger a público en un estadio desde el pasado 7 de marzo. El equipo vasco, por boca de su presidente Jokin Aperribay, ha asegurado que el 29 de octubre intentarán meter a 1.000 personas en el estadio de Anoeta, un coliseo que alberga 40.000 butacas.

El mandatario donostiarra admitió que seguirá al pie de la letra las indicaciones del gobierno vasco y que éste –a través del plan Bizi Berri II – permite el acceso de público. El club hará un sorteo entre sus abonados para delimitar aquellos que pueden acudir al estadio en el estreno del equipo en la temporada 2020/21 de la Europa League.

«El plan del gobierno vasco me parece excelente, muy completo, con mucha información para cohabitar con la pandemia. Siempre seguiremos el principio del rigor y de la seguridad y respetaremos escrupulosamente lo que digan nuestras autoridades regionales», indicó Aperribay, obviando en todo momento el papel del Consejo Superior de Deportes y del ministro de Sanidad, Salvador Illa.

El CSD ha reunido a todas las partes implicadas para saber su postura acerca de acoger público y éste pronunciamiento es el primero de varios que podrían venir en las próximas fechas. Salvo la Comunidad de Madrid y Cataluña, que no permitirán público hasta 2021, el resto de Comunidades implicadas sí piensan en conseguir un aforo mínimo para sus estadios.

No en vano, el equipo donostiarra defiende que su plan es bastante conservador para lo que podrían hacer. La UEFA permite hasta un 30% del aforo de los estadios en competiciones europeas pudiendo superarse los 10.000 espectadores en lugar de los 1.000 de la propuesta inicial del equipo donostiarra.

La Real Sociedad ha admitido que han perdido 15 millones de euros por no tener asistencia de público a su estadio, pero está por ver si estas prisas tocan ahora que está repuntando el número de casos en toda España. Veremos si el Gobierno interviene o se queda de perfil, el hecho es que el desafío está sobre la mesa.

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