VICTORIA EN LA CANCHA DEL GRAN CANARIA

El Real Madrid completa su semana fantástica (68-76)

REAL MADRID
Doncic rompe a Bo McCalebb en el duelo en Gran Canaria. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

No fue el mejor partido del Real Madrid, pero tampoco hizo falta. Los pupilos de Pablo Laso hicieron la goma durante gran parte del encuentro, pero como los grandes campeones llegaron a los minutos finales y machacaron las esperanzas de su rival. El Gran Canaria remó todo el partido para morir en la orilla. Si buscan culpables de ello, piensen en la defensa, un argumento poco valorado, aunque igual de eficiente para lograr victorias.

El Madrid midió sus esfuerzos. En la Liga Endesa, los resbalones no son tan importantes como en la Euroliga, y los apagones tampoco pesan tanto como en la competición continental. Pese a ello, los de Laso intentaron marcharse en los primeros compases con un parcial de 0-7, que pronto fue respondido por un excelso Kyle Kuric. El norteamericano anotó tres triples que enviaron un mensaje claro al Madrid: si querían ganar tendrían que sudar.

Laso vio cansadas las piernas de sus pupilos –tres partidos en cinco días– y lo único que exigió a sus pupilos era que aguantar el tirón como pudiesen. Los blancos se quedaron haciendo la goma durante buena parte del segundo y tercer cuarto no dejando a los locales marcharse por un margen superior a la decena de puntos.

El vigente campeón de Liga tenía a su rival donde quería entrando en el último cuarto. Con un único puntos de ventaja y con bastante desgaste físico en los amarillos, el Madrid se conectó al partido por cinco minutos –el mismo modus operandi que empleó para derrotar al Tenerife la semana pasada– y se deshizo de su rival con una defensa de primerísimo nivel y un tremendo acierto desde la línea de tres puntos.

Taylor, Doncic o Nocioni, mucho más frescos que el resto de sus compañeros por su poca participación en Euroliga, demostraron que están listos para dar el paso adelante que necesita el equipo cuando más se le necesita. Fueron ellos los que encabezaron un parcial de 0-8 en el último cuarto que acabó por romper a los canarios.

El Real Madrid se marchó en el marcador y supo rentabilizar su ventaja sin mayor sufrimiento. Así de crueles son los equipos grandes. En un abrir y cerrar de ojos, se fugan y no miran atrás. Laso puede sonreír. Sus chicos han firmado la semana fantástica sabiendo acelerar en el momento justo.

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