Punto con sabor a Champions

El Atlético de Madrid empató 2-2 frente al Sevilla en un choque que estuvo marcado por la actuación del VAR. Se adelantaron los hispalenses con un tanto de De Jong que igualó Morata de penalti. Joao Félix hacía el segundo colchonero, pero Ocampos, desde los once metros, puso la igualada final. Un reparto de puntos que sabe mejor del lado sevillista.

Los aficionados iban entrando al Metropolitano conscientes de que el Liverpool había ganado al Bournemouth, aunque no con mucha brillantez. El miércoles la Champions del Atlético estará en juego, pero la máxima competición del fútbol europeo también pasaba por el feudo colchonero ante el Sevilla. La plaza que da acceso a dicho torneo se está vendiendo muy cara y los hombres del Cholo Simeone necesitan una sí o sí.

Para superar al Sevilla el técnico argentino sólo introdujo dos grandes novedades en la alineación: Mario Hermoso y Joao Félix. El ex del Espanyol entraba en el once por Renan Lodi y estaba acompañado en la defensa por Trippier, Felipe y Savic. Por detrás de ellos, el superhéroe del Atlético Jan Oblak. La medular era Marcos Llorente -que reemplazaba al sancionado Thomas-, junto a Koke, Saúl y Correa. Por delante de ellos, Álvaro Morata y Joao Félix para encontrar la forma de batir a Vaclik.

Salió mejor el Atlético de Madrid al terreno de juego, sintiéndose más cómodos con el balón, mientras que al Sevilla le costaba salir desde atrás. Correa y Joao Félix se movían bastante bien entre líneas, dejando buenos detalles, y de uno de esos salió la primera ocasión. Pase al hueco del Golden Boy, y Morata que manda el balón fuera. Entre el dominio de los hombres de Simeone, el Sevilla también avisó con un disparo lejano de Suso que obligó a Oblak a meter una mano salvadora abajo para negarle el gol al ex del Milan.

A los 20 minutos, el Sevilla aprovechó uno de los únicos errores colchoneros en el primer acto. Jugada por la derecha de Jesús Navas, que se la da a De Jong, Savic erraba en su intento de cortar el balón y el delantero holandés mandaba a la jaula el mano a mano con Oblak. La hinchada rojiblanca fue quien levantó al equipo con sus cánticos de ánimos y se notó tras el tanto hispalense.

Hernández, de VAR en VAR

A partir de la media hora el partido entraría en una dinámica loca que no dejó indiferente a nadie. Diez minutos más tarde del gol visitante, el Atlético pedía un penalti por mano de Diego Carlos. Prácticamente cinco minutos entre la acción y el lanzamiento de la pena máxima fueron los que estuvo Hernández Hernández para decidir si había infracción o no. El profe Ortega pedía más bulla al público y el canario señaló el punto de cal y amarillas para el zaguero y Lopetegui. Morata asumía la responsabilidad y volvía a poner la igualada en el electrónico del Metropolitano.

Instantes después, error en un control de Joan Jordán y Koke lo aprovecha para asistir a Joao Félix, que, con ayuda de Jesús Navas batía a Vaclik y desataba la locura entre los suyos. Se le ponía de cara el partido al Atlético, que no se esperaba lo que vendría minutos después. Otra vez al VAR. Otra vez cinco minutos de espera con Hernández Hernández decidiendo y el público a la espera metiendo ruido. Había que revisar una jugada en la que había habido de todo. Parada salvadora de Oblak sobre la línea ante un remate de Reguilón y Correa despejando el rechace de Correa, antes de que Ocampos fuera derribado.

Finalmente, otra vez, penalti. Esta vez de Trippier sobre Ocampos, con el argentino ejecutándolo y poniendo el 2-2 con el que se llegó al descanso, no sin que antes lo intentasen Hermoso o Felipe en los seis minutos de descuento que hubo. Ya en el segundo acto, el Sevilla salió en tromba a por el tercero. Los de Lopetegui llevaban la iniciativa y avisaron pronto con un zapatazo de Gudelj que se fue a las nubes.

Ocasiones sin gol

Presión intensa la del Sevilla, que dificultaba las salidas rojiblancas, pero los de Nervión no podían durar mucho con ese ritmo. Bajaron la marcha y el Atlético lo intentó con dos disparos, muy lejanos, de Joao Félix que se perdieron por línea de fondo. Entre tiro y tiro entraba Carrasco por Hermoso, lo que viene a decir que Saúl, un día más, pasaba a ser el lateral izquierdo. Los de Lopetegui parecían empezar a conformarse con el resultado y aparecían las primeras pérdidas de tiempo.

Otro tiro lejano desató el «uy» en la grada. Esta vez fue Carrasco, que no celebró su primer gol como colchonero después de su regreso gracias a la mano providencial de Vaclik. Movía el banquillo el Cholo, dando minutos a Diego Costa en detrimento de Álvaro Morata, que abandonó el rectángulo de juego con una gran ovación. Una nueva oportunidad para el hispanobrasileño para mostrar a su gente si vuelve a ser la pantera o continúa siendo un felino manso. Un minuto tardó en tenerla el de Lagarto, pero su disparo, de media vuelta, fue muy cruzado.

Arrinconaba el Atlético ahora al Sevilla, pero no encontraba el gol el equipo de un Cholo Simeone que pedía más a una afición que ya estaba entregada, pero que duplicaba su esfuerzo obedeciendo al líder argentino. La tuvo de nuevo Carrasco, que desde la altura del punto de penalti la rompió tanto, que pobrecito el aficionado que tuvo que pararla en la grada. Los andaluces, no tuvieron grandes opciones de sumar un tanto más a su casillero porque por los lares defensivos estaba el siempre imperial Felipe.

Agotaba los cambios el Cholo con división de opinión desde la grada. Se iba Joao Félix y entraba Vitolo al campo, en la búsqueda de la ley del ex. Diez minutos restaban cuando se produjo este movimiento. El tiempo pasaba como una cuenta atrás para los locales, que ya no tenían dedos en el cuerpo para contar las ocasiones en las que un futbolista del Sevilla se iba al suelo aquejándose de algún dolor. Ni los cinco minutos de descuento fueron suficientes que el Atlético pudiese llevar una victoria en esta final por la Champions. A pesar del empate, la afición se quedó unos minutos más animando a los suyos de cara al decisivo choque del próximo miércoles ante el Liverpool en Anfield.