El puesto de Javi Gracia peligra… y suena Míchel en Valencia

Míchel González suena con fuerza para convertirse en el próximo entrenador del Valencia. La delicada situación por la que atraviesa el conjunto che, agravada por el empate en casa frente al Cádiz, deja muy tocado a Javi Gracia, al que le podrían quedar horas en el cargo. El experimentado entrenador madrileño es el principal candidato para tomar el relevo en el banquillo valencianista, con el objetivo de salvar el descenso a Segunda división.

La continuidad de Gracia en el puesto pasaba por el encuentro que cerraba la jornada 17 de la Liga Santander. El partido se presentaba como un ultimátum para el técnico, que tiene al equipo en decimosexta posición, igualado a puntos con el Elche, marcando el descenso. El duelo ante el conjunto gaditano se presentaba como una final para los valencianistas, que atraviesan una crisis deportiva e institucional sin precedentes en Mestalla.

El punto conseguido ante un recién ascendido puede ser insuficiente para Gracia. La situación es más que delicada, después de sumar en lo que va de curso siete derrotas y sólo tres victorias, a falta de dos partidos de terminar la primera vuelta. El momento dramático por el que atraviesan podría provocar el relevo en el banquillo en las próximas horas. De hecho, el técnico podría no sentarse en el banquillo jueves, en el partido de segunda ronda de la Copa del Rey ante el Yeclano.

Míchel, el favorito

Para sustituir a Gracia, el mejor postulado es Míchel González. En las últimas horas ha trascendido la noticia de que el experimentado entrenador podría hacerse cargo del conjunto taronja si no se conseguía la victoria contra los andaluces. Actualmente se encuentra sin equipo, tras concluir el pasado verano su aventura en el fútbol mexicano, al mando de Pumas de la UNAM.

El madrileño está acostumbrado a lidiar con la presión a lo largo de su ya dilatada carrera en los banquillos. Su primera etapa en Primera fue en el Getafe, al que llegó al término de la temporada 08-09, consiguiendo evitar el descenso de los azulones y clasificándolo el siguiente curso para la Europa League. Tras su paso sin éxito por el Sevilla, su siguiente equipo en España fue el Málaga en la 17-18, al que consiguió salvar con cuatro victorias en cinco encuentros, incluyendo una ante el Barcelona.

De confirmarse su llegada al Valencia, el objetivo no sería otro que tratar de conseguir lo que ya hizo en su día con boquerones y getafenses. El conjunto che se ha visto relegado a la parte baja de la clasificación tras una racha de ocho encuentros consecutivos sin ganar, en los que han sumado cinco puntos. Los valencianistas están en el puesto 16º, igualado a puntos con la zona de descenso.

Un equipo condenado a sufrir

La mala situación del equipo no es más que una consecuencia directa de la gestión de los propietarios del club, Meriton Holdings. Representados por Anil Murthy y con Peter Lim como principal responsable del club, el equipo ha visto como en el último mercado de verano sus estrellas se marchaban prácticamente regaladas, con el objetivo de liberar masa salarial y tratar de salvar la delicada situación financiera, provocada por la pérdida considerable de ingresos.

La marcha del núcleo fuerte del vestuario que se proclamó campeón de la Copa del Rey en la temporada 2018-19 ha mermado la calidad de la plantilla de manera considerable. Jugadores como Parejo, Coquelin, Rodrigo Moreno, Garay o Kondogbia salieron sin que haya llegado recambio alguno, lo que ha afectado de forma directa al rendimiento del equipo.

Tampoco han ayudado a mejorar el rumbo del club las discrepancias entre la directiva y Javi Gracia. El técnico fue el elegido para hacerse cargo de la transición del equipo, ante la promesa de que llegarían refuerzos. Algo que no se produjo. La falta de fichajes en la ventana estival provocó que el entrenador se quejase con dureza a cerca del proyecto del que acababa de asumir el mando, creando un cisma que ha terminado convirtiéndose en insalvable.

La mala planificación deportiva, unida a los constantes fracasos deportivos bajo el mando de Javi Gracia pueden precipitar una destitución previsible desde hace varias jornadas. La necesidad por cambiar la mala dinámica del conjunto che, que ha ganado uno de sus últimos 13 partidos de Liga, podrían provocar la que sería la tercera destitución de un técnico esta temporada, tras los despidos de Óscar García en el Celta y de Gaizka Garitano en el Athletic.