Los horarios indecentes provocan que el doble de España comience pasada la medianoche

Piqué convierte la Copa Davis en un after… y no se queda a la fiesta

Gerard Piqué
Piqué, de risas con el alcalde de Madrid en un descanso de la Copa Davis. (EFE)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Gerard Piqué debe de haber aprendido a poner los horarios del mismísimo Jaume Roures. O de Tebas. Como organizador de eventos, desde luego, no tiene precio porque, a las primeras de cambio, ha convertido la Copa Davis en un ‘after’. A pesar de que Nadal ganó su duelo en dos sets, los indecentes horarios no aptos para madrugadores provocaron que el partido de dobles entre España y Rusia comenzara pasada la medianoche.

No es de recibo querer acortar una competición como la Copa Davis en una semana por una sencilla razón: porque no cabe. Y menos si los partidos comienzan a las once de la mañana en lugar de, por ejemplo, a las nueve. La solución es sencilla: o se reduce el número de países participantes o se comienza antes a jugar. Claro, Piqué pensará: a más países, más negocio.

Pero parece una falta de respeto a la gente trabajadora (sobre todo a la que tiene un horario laboral normal, no el horario de un futbolista) que en un día laborable el partido decisivo entre España y Rusia comience pasada la medianoche.

Como el partido de Bautista y Rublev se fue al tercer set y comenzó pasadas las seis de la tarde, eso provocó que el Nadal-Khachanov concluyera pasadas las 23.30 horas. Y eso que no hubo tercer set. La hora fue tan intempestiva que algunos amigos de Piqué como los futbolistas Neymar o Jordi Alba se marcharon de la Caja Mágica antes incluso de que comenzara el decisivo partido de dobles.

Ni siquiera Piqué se quedó al partido decisivo. Menos mal que esta vez antepuso su profesión de futbolista a la de empresario. Quizá tuvo mucho que ver que el Barcelona tuviese entrenamiento este miércoles a las 11 de la mañana en la Ciudad Condal.

También provocó que Rafa Nadal no pudiera disputar el partido de dobles para no arriesgar con el poco tiempo de recuperación, ya que el número uno español también tendrá que jugar este miércoles ante Croacia. Lo dicho: unos horarios no aptos para madrugadores, un auténtico despropósito de horarios que habría firmado el mismísimo Jaume Roures.

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