Petanca, apuestas y ‘la croqueta’: el método de Alcaraz antes de la semifinal de Wimbledon
El murciano prepara la semifinal contra Fritz de manera relaja y alejado de la tensión
Reta a su hermano y a su equipo a juegos después de cada entrenamiento
Golf, juegos de mesa y un poco de tenis: la agenda de Alcaraz antes del duelo contra Fritz en Wimbledon

Carlos Alcaraz es de naturaleza divertida y de frescura mental. Bajo esas dos premisas ha cimentado sus éxitos que actualmente cuentan con 23 victorias consecutivas y se fijan en Wimbledon. Sobre la hierba inglesa se encamina de manera inexorable al punto que se le presumía antes del inicio del torneo. La confección del cuadro y, principalmente, su rendimiento, le convirtieron en el favorito a ganar el Grand Slam inglés.
Y ese presentimiento está cerca de convertirse en realidad, o al menos de llegar a la última instancia, pues Carlitos está a un paso de la final después de arrollar sin miramientos a Cameron Norrie. Fritz es su último obstáculo. Construye el murciano su mejor imagen para la segunda semana del campeonato, el momento en el que emergen los campeones. Saca Alcaraz con su versión más sólida y expeditiva para el desenlace del torneo.
No sin renunciar a la diversión. Si algo funciona mejor no tocarlo. Por eso Carlitos y su equipo mantienen su sana relación con juegos que potencia el disfrute y la convivencia. Cabe recordar que el tenista y su equipo llevan entre Queen’s y Wimbledon prácticamente un mes cohabitando juntos. La clave para ellos es enterar y disfrutar. Por eso cuando Alcaraz termina su entrenamiento, después de las derechas, reveses y saques, encuentra un oasis.
Carlitos reta a todo su entorno. A sus dos entrenadores, su fisioterapeuta, su preparador físico, su representante, su médico y a su hermano. A este último le desafía a que le haga un ace. «Te doy cinco intentos, si lo consigues hago la croqueta». Y a la primera… pum. Ace para el hermano y el murciano a rodar por el suelo. «Es como el recreo» comenta a la prensa española desplazada a las instalaciones de Wimbledon.
La croqueta es uno de las penitencias en caso de derrota, pero también está la de someterse a un pelotazo por el ganador. El equipo al completo se divierte con una petanca improvisada. Lanzan las bolas de tenis desde la red y la que se sitúe más cerca del centro de la pista gana. La de Alcaraz se va fuera, así que de nuevo a rodar sobre el pasto inglés. Ganar siempre está bien, pero perder dentro de un ambiente jocoso y bromista fomenta el buen ambiente.
Algo que siempre le viene bien al tenista. Durante estos dos días de descanso antes de su semifinal ante Fritz, Alcaraz ha desconectado con juegos de mesas, golf, retos, pero tampoco ha descuidado el tenis. Ha cogido la raqueta para no perder ni un ápice de las buenas sensaciones que ha ido cogiendo a lo largo del torneo. Este es el método Alcaraz. Ya saben, cuando algo funciona es mejor no cambiar nada.