Otra noche negra para Bale: suplente, pitado por el Bernabéu y abroncado por Solari
Gareth Bale fue suplente ante el Barcelona y salió al terreno de juego en el minuto 67. Nada más entrar, el Barça marcó los dos goles de la sentencia. Recibió tímidos pitos del Bernabéu y un cabreo de Solari
Antes del encuentro ante el Barcelona, quizá ya cuando sabía que sería suplente, Gareth Bale quiso mandar un mensaje positivo en sus redes sociales. «Equipo, unión, Hala Madrid», escribió en español el jugador británico. Fue lo único notorio de su noche de miércoles. Poco hizo un jugador en caída libre.
Tras su gran polémica en el partido ante el Levante, había muchas ganas de ver como el Bernabéu recibía Bale. Algún pitido cuando su nombre se dijo por megafonía y después indiferencia total. Fue esa la tónica general también de los 25 minutos que tuvo el galés. Ni se le vio. También tuvo el papelón de ‘comerse’ los dos goles de la segunda parte, que ocurrieron justo cuando él entró al campo.
Bale salió al partido en el minuto 68 sustituyendo a Lucas Vázquez con la idea de darle más velocidad al Real Madrid, de hacer algo distinto después de que lo anterior hecho no diera sus frutos (muchas ocasiones, cero goles). Solari, eso sí, se desesperó con Bale por su tardanza en el cambio, perdiendo unos minutos valiosos.
La mala suerte del galés también le acompañó en este partido y nada más entrar al partido Varane se marcó en propia y el Barcelona puso el 0-2 en el marcador. Y cuando apenas hubo tiempo de reacción, el conjunto culé puso el 0-3 de penalti. Un durísimo palo para el Real Madrid que fue tan injusto como definitorio. Bale, por su parte, se limitó a ver todo lo que pasaba.
Las dos únicas acciones en las que apareció el galés no fueron muy brillantes. Al contrario, demostraron el mal momento del jugador. Primero, con un disparo que casi se fue al banderín de córner cuando intentó rematar con el exterior. Ahí se escucharon algunos pitos entre los madridistas que quedaban, que no tenían ganas ni para protestar. Minutos después, en una acción de ataque, le dio un balón cortísimo a Sergio Reguilón al que no llegó el lateral.
Mala imagen del galés, que ni mucho menos fue el culpable de otra hecatombe del Real Madrid ante el Barcelona. Ni tiempo le dio para nada bueno ni para nada malo.