Oblak se gana los cuartos

En el año que más se le cuestiona, Jan Oblak apareció para transformarse en el portero de los milagros que se recordaba. Su defensa le condenó en el gol de Dimarco, pero el gigante esloveno paró dos penaltis en la tanda –uno a Alexis Sánchez y otro a Klaasen– para darle al Atlético de Madrid el pase a cuartos de final de la Champions League contra el Inter de Milán después de un partido que se marchó a la prórroga con 2-1 para los locales.

Oblak y Antoine Griezmann. Como en los viejos tiempos. Portero y delantero mantuvieron con vida a un Atlético que sufrió un duro varapalo en el minuto 33 con el tanto del carrilero zurdo visitante. Sólo tardó dos minutos en empatar y reengancharse a la eliminatoria. El gol del francés hizo arder el Metropolitano, que registró el récord histórico de asistencia y se volcó por completo en la noche más importante de la temporada.

Griezmann fue el más participativo tanto en la primera parte como en la segunda. Demostrado quedó lo metido que estaba en el encuentro cuando dejó su sello con una dura entrada sobre Çalhanoglu. Justo a la siguiente jugada aparecería Oblak para salvar por primera vez a los suyos. Todo vino de una pérdida tonta de Morata en un control en el centro del campo que provocó la primera ocasión de peligro del Inter. Dumfries se marchó en solitario y disparó raso y con fuerza, pero se encontró con un pie salvador del meta esloveno, que anduvo atento también al rechace para blocarla.

Pocos minutos más tarde, un disparo lejano de Lautaro hizo una parábola que se envenenó tras tocar en un defensa atlético y casi se mete en la portería, pero nuevamente el Inter se topó con el guardián del Cholo. Ya en la segunda parte, el Principito replicó su falta correspondiente a Çalhanoglu, pero antes tuvo una oportunidad clara en su bota derecha que atrapó Sommer. Iba a tener otra más de no ser porque Morata se interpuso en la trayectoria del balón cuando lo tenía todo de cara para rematar a puerta un centro desde la derecha.

Depay fuerza la prórroga

Simeone se vio obligado a retrasar la posición de Griezmann para meter a Correa por De Paul. El ‘7’ pasaba a ocupar el lugar del argentino con la idea de dinamitar la defensa italiana desde el interior. El Metropolitano se venía abajo en los compases finales con los arreones en ataque de un Atlético con más fe que ideas. Esa situación fue la que generó una contra de Barella, que perdonó ante un muro llamado Oblak.

El partido se fue a la prórroga gracias al gol de Depay y Griezmann se marchó ovacionado en el inicio de la segunda parte. Entró Saúl y se marchaba el gran protagonista del partido junto a Oblak y el autor del 2-1, Memphis. Y en los penaltis llegó el momento triunfal del esloveno, que se resarció ante toda su afición y ante el mundo del fútbol en la faceta que siempre se le criticó.

Oblak, el héroe del Atlético

Oblak sacó su lado de parapenaltis y se hizo gigante ante los subcampeones de Europa. El Atlético culminó una de las remontadas más importantes de su historia gracias al esloveno, que se estiró como nunca para detener hasta dos lanzamientos de 11 metros en la tanda. Cuando más lo necesitaba su equipo, resurgió de las cenizas y logró un pase histórico.