Mirotic y Higgins lideran al Barça en el estreno de su gran proyecto

La Supercopa Endesa abrió sus puertas al juego este sábado en el Wizink Center con un siempre atractivo Barcelona – Valencia Basket. El primer torneo oficial de cada temporada acostumbra a mostrar imprecisiones, detalles jugosos y muchas especulaciones con respecto a lo que pueda suceder en lo verdaderamente importante. En esta edición, además, cuenta con un aliciente que eclipsa todo lo que tenga que ver con el juego. Nikola Mirotic regresa a Madrid, por primera vez con la camiseta del Barça, y todo lo demás es secundario. Incluso la apretada victoria culé (71-65) , en el primer encuentro de su gran proyecto.

La esperada y estruendosa presentación dedicada a Mirotic por parte del público madrileño y eminentemente madridista dio paso al juego, y en él Niko también quiso erigirse en protagonista. Silbado e insultado en cada encuentro con el balón, el ‘33’ culé no eludió la responsabilidad que le tiene encomendada su astronómico salario y, aun lejos del acierto deseado y esperado, despejó la primera duda nada más comenzar el choque. Las pitadas no van a impedir que asuma galones.

El del Barça es un proyecto formado sólo y exclusivamente con el objetivo de vencer en todas las competiciones, aunque como cualquiera, necesita tiempo de cohesión para asomarse a algo cercano a su mejor nivel. Pesic puso en liza una rotación físicamente superlativa, pero que aún tiene que adaptar las cualidades de sus individualidades. Por ello, Valencia, comedido primero y notable en la circulación ya en el segundo cuarto, le ganó a los puntos en cuanto a juego en la primera mitad. El lógico desequilibrio del elenco de estrellas del Barcelona puso el contrapunto para marcharse sólo tres abajo al descanso.

La salida de vestuarios para la segunda mitad tuvo otro color, concretamente azulgrana y con Mirotic como estilete principal. Lejos de las rencillas entre aficiones por la ‘traición’, el jugador balcánico apunta a ser un arma ofensiva de destrucción masiva en Europa. Su catálogo de movimientos y tiros puede llegar a resultar indefendible y, aunque en pequeñas cuotas, la inspiración de su nueva estrella hizo al Barça despegarse mínimamente en el luminoso, aunque no de forma definitiva.

Y es que Valencia volvió por sus fueros porque también tienen motivos para ilusionarse esta campaña. Una de sus incorporaciones, el joven Vanja Marinkovic, se dio un auténtico baño de masas desde la línea de 6’75 para devolver la esperanza a los seguidores taronja, que unidos a los madridistas formaban una clara mayoría en las gradas del Wizink Center.

Así las cosas, a cinco minutos para el final nada estaba decidido, ni siquiera llamado a las apuestas por uno o por otro. La inspiración marcaría la diferencia y ahí, la superior calidad del Barcelona fue imparable para un impetuoso Valencia. Higgins, en el ‘modo capitán’ general que se espera cuando el balón queme, hizo gala de sus nervios de acero y muñeca de seda para finiquitar un encuentro que pone la primera piedra para el esperado Clásico del domingo. Mirotic y el Barça ya esperan en la final.