Liga Santander: Athletic 2 - Barcelona 3

Messi vuelve a rugir

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Leo Messi celebra uno de sus goles en San Mamés.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Leo Messi ha vuelto por sus fueros. El argentino lideró el triunfo del Barça por 2-3 en San Mamés siendo el autor de dos goles, dos disparos al poste y hasta incluso facilitó uno de los tantos postreros del equipo local. El Athletic fue de mas a menos adelantándose en el marcador, pero no sabiendo hacer frente a un argentino que se desató por primera vez en la temporada, especialmente en la segunda mitad.

El delantero dejó grandes destellos de que su calidad no se ha difuminado, ni mucho menos. Combinó a la perfección con Pedri y esta vez sí supo culminar las ocasiones pudiendo haberse marchado con un hat-trick tranquilamente. Dembélé también dejó muy buenas sensaciones desbordando constantemente y encarando a rivales.

El partido comenzó con el Barcelona adormilado. Los culés salieron dominando la posesión, pero se llevaron un revés en el minuto tres cuando un gran pase al hueco de Raúl García dejó a Iñaki Williams en posición franca para que desplegase todas sus cualidades. El ariete arrancó desde el centro del campo, se plantó en la frontal, recortó a Dest y Araujo y marcó un buen gol ante el que el viejo Ter Stegen hubiese sacado una mano milagrosa.

El inicio fulgurante de los leones tuvo continuidad tres minutos después con otro contragolpe que vio cómo la intentona de Yuri se fue por fuera de la red. El lateral fue habilitado por Muniain tras una gran arrancada de Capa. Los visitantes se podían haber llevado un susto mayor en esos minutos, pero supieron lamerse las heridas y recomponer el juego.

Inmediatamente después, Messi se asoció con Griezmann y éste cedía a Dest para que lanzase de forma inocente un disparo que rechazo Unai Simón. El portero del Athletic comenzaba con una parada que debía darle una gran confianza para el encuentro, pero ni mucho menos fue así como se vería en los minutos posteriores.

El Barcelona se hizo con la posesión a través de un Pedri que se ensambla a la perfección con Messi. Ellos pusieron el toque, pero el peligro y la chispa corrían a cargo de un Dembélé que encara cada vez que podía y que obligaba a la defensa del Athletic a recular al máximo. Los culés perdieron el miedo a las contras de los bilbaínos conforme avanzaban los minutos fueron generando más y más peligro.

Les faltaba un cómplice y éste fue involuntariamente un Unai Simón que no estuvo bien en ninguno de los tantos culés. En el primero, obra de Pedri de cabeza, el portero no midió bien intentando atajar un centro de Messi que se marchaba pasado. Lo salvó sobre la línea De Jong quien con su toque habilitó a su compañero canario para que marcase a puerta vacía el tanto del empate al cuarto de hora.

El Barça siguió acelerando al son de Dembélé, pero fue de nuevo la sociedad entre Messi y Pedri la que decantó la remontada antes del descanso. El argentino puso un balón al hueco al centrocampista para que éste se plantase prácticamente sólo ante el portero de la selección española. Cuando todos esperaban que chutase, habilitó con el tacón al astro azulgrana y marcando éste a puerta vacía con Simón otra vez completamente desubicado. El guardameta falló, pero también hay que darle muchísimo mérito al joven centrocampista, que parece que juega con espejos retrovisores. Ese pase sólo está al alcance de los mejores y en cierta medida evocó al mítico tacón de Guti.

Messi desencadenado

El descanso permitió al Athletic reordenar conceptos e ideas. Los buenos propósitos de principio de partido se materializaron con una serie buenas ocasiones para los locales. Iñaki Williams volvió a ser protagonista de casi todas las acciones, mientras Rául García se lamentaba tras fallar con un gol cantado en los cinco primeros minutos de la segunda mitad.

El Barça estaba otra vez en la lona, pero por primera vez en esta temporada tenían a Messi al 100% de su lado. El argentino no iba a permitir que su equipo se desconectase y asumió la responsabilidad que su brazalete y salario le presuponen. Estrelló un balón contra el poste en el minuto 58 tras un latigazo desde la frontal y eso le espoleó para ir a por más.

En la siguiente jugada, Leo inició la jugaba, habilitó a Griezmann y éste le devolvió el balón para meter por la escuadra el 1-3. En esta ocasión Unai Simón no pudo hacer nada ante una definición de superestrella del jugador argentino. El Barça empezó a guardar la ropa cediendo la posesión a los locales, pero Messi no iba a cejar en su empeño estrellando otro balón contra el poste en el minuto 71.

Pero el argentino no es perfecto y en un gesto que le humaniza perdió un balón que dejó en una situación franca al Athletic para marcar. Muniain finalizó con un disparo cruzado a un minuto de terminar el tiempo del partido, pero ya era demasiado tarde para que los locales pudiesen siquiera volver a tirar. Los culés durmieron la posesión de balón y se quedaron los tres puntos en el día en que Messi volvió a rugir como antaño.

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