Messi: «Me arrepiento de no haber pedido la camiseta a Ronaldo cuando empecé a jugar»

Leo Messi ha roto su silencio en una entrevista para un medio de su país natal. El delantero argentino ha repasado su carrera y su lado más personal, pero no ha desvelado nada acerca de su futuro, uno de los temas que más inquietos tienen a los aficionados del Barcelona.

El rosarino arrancó la entrevista hablando de sus inicios: «Cuando faltaba uno en un equipo más mayor, mi abuela le decía al técnico: ‘Mételo a este’. ‘Qué lo voy a poner, es chiquito, estás loca, le van a hacer mal’. Se ve que entré, hice cosas bien y a partir de ahí arrancamos». «Con cuatro o cinco años yo ya andaba con la pelota, desde que empecé a caminar», continuó contando el ’10’ que no estará ante el Eibar por haber comenzado ya las vacaciones.

«Yo tengo hermanos y primos más grandes, y siempre nos juntábamos a jugar. Desde muy chiquito andaba con la pelota y a los cuatro empecé a jugar en el club y en la calle todo el tiempo», explica Leo Messi. Rápidamente destacó y el Barcelona le hizo una oferta, una propuesta que fue difícil para el delantero argentino. «Tomar esa decisión fue difícil, pero al mismo tiempo rápida. Ni lo dudé», confesó el rosarino.

«Fue duro porque cuando llegué a España no podía jugar por un tema de papeles y después empecé y me lesioné. Estuve casi un año sin poder competir. Pero tuve la suerte de que a partir de ahí fue todo muy rápido», respondió Messi en la entrevista concedida a Olé para celebrar el 25º aniversario del medio argentino.

«Siempre volvía llorando de Rosario, no queriéndome quedar, pero al mismo tiempo sí. Quería venir a Barcelona para seguir haciendo lo mismo, pero me costaba dejarlo todo», explicó Messi. «He perdido muchas amistades porque era muy difícil la comunicación. Hoy cualquier niño de 13 ó 14 años tiene teléfono y en esa épica no pasaba. He dejado de hablarme con mucha gente por el tema de la distancia», explicó el ’10’ culé.

Messi desveló una anécdota en la que tuvo que jugar con una máscara heredada de Carles Puyol. «Fue en cadetes. En un partido contra el Espanyol me pegaron un codazo y me fracturaron el pómulo y el siguiente fin de semana jugábamos la final de la Copa Cataluña», comenzó explicando. «Justo a Puyol le había pasado lo mismo y me hicieron llegar la máscara que uso y jugué con eso. Entré a jugar y era imposible porque me quedaba grande. Me la quité. Jugué un rato, creo que hice dos goles y ganamos 3-0», continuó relatando antes de decir que le sustituyeron porque era peligroso que estuviese jugando sin la protección.

Al internacional argentino le quisieron sacar algo sobre su futuro preguntándole si la Copa sería su último título con el Barcelona, pero Messi no soltó prenda. «Fue especial por el momento en el que estábamos. Veníamos de no pasarlo bien por resultados y títulos. Es un vestuario muy joven, con mucha gente nueva y esta Copa fue un punto de inflexión muy importante», comentó Leo.

Su vida familiar

A partir de ahí la entrevista muestra el lado más personal del seis veces ganador del Balón de Oro. «Tengo la suerte de estar prácticamente todo el día con mis hijos. Lo que más disfruto es el despertarme, desayunar con ellos… aunque a veces los querés matar (risas)», respondió. «Tuve la suerte de tener un grupo de padres espectaculares. Es normal vernos, juntarnos. Y soy uno más», comentó sobre la relación con los padres de los compañeros de sus hijos.

A pesar de asegurar que es un padre más, también hay un lado negativo en ser Leo Messi. «En el tema de las salidas. Quieres pasar inadvertido donde hay mucha gente y eso es complicado. Tampoco pasa de que te conozcan, te pidan una foto… Hay momentos que uno quiere estar sin esa presión», respondió a Olé.

Su lado más personal

Acerca de su vida en familia confiesa que salen «poco por el día a día» de los niños. «Salen del colegio, hacen alguna actividad y los vas a buscar. Cenamos, se duermen y ya caemos nosotros trambién. Terminás muerto», respondió el delantero argentino. «A Thiago no le gusta que le reconozcan. Es muy tímido y lo pasa mal. Mateo, todo lo contrario, le chupa un huevo que lo reconozcan», continuó explicando.

«La verdad que no me gustaba estudiar y me costaba, pero siempre me porté bien. Hice la secundaria en España. No prestaba atención, me costaba, pero me portaba bien», confesó sobre sus estudios. Por otro lado, terminó confesando de lo que se arrepiente como futbolista: «No haber pedido la camiseta a Ronaldo o Roberto Carlos cuando empezaba a jugar», explicó.