McLaren-Honda se electrocuta
Un cortocircuito constante se esconde en las entrañas del motor Honda. El chispazo que provoca ticks nerviosos en aficionados, prensa e ingenieros de McLaren-Honda. Una escudería que empieza a acumular banderas rojas como Pablo Alfaro cartulinas. Lo confirmaron ellos mismos, los dos días seguidos: problemas eléctricos en el McLaren.
Un carnaval fúnebre se ha establecido en su box donde la oscuridad le está quitando la luz al naranja de su monoplaza. En la tierra del sol naciente sólo hay lluvia para Honda. Goterones que no dejan de precipitarse con fuerza, destiñendo un futuro plagado de sueños y esperanzas allá en 2014. Ahora todo apunta a ruptura, por lo menos tras lo visto en los test.
El motor Honda con nombre de cita bíblica, RA617H, podría poseer algún invento de ACME en su parte eléctrica que esté privando a Vandoorne y Alonso de sonreír. Un V6 Turbo con trastornos de personalidad que lucha por exprimir todo su potencial. Y con este cuento van ya tres años donde, siempre hay una contrariedad a punto de solucionarse… y nunca se soluciona.
La tomadura de pelo adquiere dimensiones colosales. En el Circuit empieza a hacerse notar tensión entre ambas compañías: McLaren presiona a Honda para que acepten ayuda tecnológica en el desarrollo de su unidad de potencia… y estos callan. Comunicación cada vez más complicada en un divorcio todavía invisible. Seguir creyendo en posibles milagros se antoja altamente complejo. Pero ya saben, creer y soñar es gratis. Tal vez, como canta Rihanna, McLaren y Honda encuentren el amor en este lugar donde, ahora, no hay esperanzas.