Una lluvia de cerditos obliga a suspender el Charlton-Coventry
John Benjamin Toshack ya puede rectificar, pero a medias. El extécnico del Real Madrid por fin ha podido ver no un cerdo volando, si no miles -3.000 concretamente y de juguete. Eso sí, el Santiago Bernabéu no ha sido el escenario de esta curiosa protesta como reclamaba hace años el galés, si no The Valley, el estadio del Charlton Athletic.
Ocurrió durante el partido que los conocidos como bacalaos disputaban frente al Coventry. Con 3-0 ya en el marcador, los aficionados visitantes se unieron a sus homólogos locales para protestar ambos por distintas causas.
Los hinchas del Charlton se quejaban de la mala gestión que está llevando a cabo su presidente, Roland Duchatelet. Mientras, los fans del Coventry hacían lo propio pero no por la labor de su máximo mandatario, si no por la del fondo de inversión Sisu que mueve las riendas de la entidad azul cielo.
A partir de ese momento, los operarios del club empezaron a trabajar a destajo para retirar estos muñecos ya que el árbitro había interrumpido el encuentro correspondiente de la Football League One (tercera división inglesa).
Ya en la previa del mismo se habían juntado estos fanáticos para llevar a cabo una protesta conjunta contra la administración de sus clubes, reunidos en el llamado Club Liberal de Charlton Church Lane y marchando juntos al campo.
Precedente con pelotas de playa
Hace menos de un año -25 de abril-, los mismos aficionados del Charlton empezaron a protestar por lo que se les venía encima, lanzando cientos de balones de playa al terreno de juego de The Valley, y de nuevo suspendiendo el partido unos minutos.
Entonces el Brighton era el rival y esta vez los hinchas rivales no se sumaron a la causa de un club que estaba a punto de descender, hecho que finalmente se produjo a final de la pasada temporada.
También antes del encuentro se llevó a cabo otra protesta con cánticos de todo tipo, por lo que parece que es la única forma de hacerse eco en los medios internacionales.