Eurobasket 2025: España-Grecia

El legado Mundial de Scariolo

Pese a la dureza de caer en la fase de grupos, el adiós de una figura como la del italiano a la selección merece un punto y aparte para su reconocimiento

Tanto el grupo de jugadores y miembros de la FEB como los periodistas en su última rueda de prensa como seleccionador le encumbraron con dos grandes aplausos

En sus últimos tiempos, se ha encargado de dejar una generación de jóvenes dispuestos a comerse el mundo

Tragedia griega en Limasol

Scariolo
Scariolo y Saint-Supéry. (FEB)
Kike Sáez

A diferencia de en el baloncesto de clubes, el de selecciones permite pausas para reflexión después de un golpe como el que se llevó en la noche de este jueves España. Este viernes, de regreso a Madrid, es un día de luto, de reflexión, de lamerse las heridas. Pero a partir del próximo sábado empieza una nueva era en la Federación Española de Baloncesto, ya sin Sergio Scariolo, un director de orquesta que además de dejar cinco títulos y ocho medallas en sus vitrinas, sobre todo ha propulsado una hornada de jugadores jóvenes dispuestos a comerse el mundo con su país.

La segunda etapa y, en concreto, los últimos años de Scariolo como seleccionador han estado marcados, además de por las alegrías y también tristezas en sus últimos tres campeonatos (Mundial 2023, Juegos Olímpicos 2024 y Eurobasket 2025), por su insistencia en potenciar a las promesas de las categorías inferiores de la selección.

Fue idea del italiano inventarse una España B en la preparación de un Eurobasket que finalizó para la selección con la derrota contra Grecia en la última jornada de la fase de grupos en Limasol (Chipre). Bajo el mando de Jaume Ponsarnau, Scariolo seleccionó a una lista de jóvenes para igualarles a los de la absoluta durante la fase inicial de la concentración en Madrid, creando una simbiosis que acabó con el cariño de la afición española a esas promesas y esa espinita de no verles en acción en un Eurobasket.

Véanse los casos de Baba Miller, al que su universidad no le dejó disputar el torneo, si no habría estado, Great Osobor o Isaac Nogués. Chicos de presente y sobre todo de futuro a los que se suman nombres que por compromisos en Estados Unidos no pudieron estar como Hugo González o Aday Mara, o el caso de Izan Almansa que se quedó para fichar por el Real Madrid y centrarse en su aventura con el equipo blanco.

Scariolo es para siempre

Usman Garuba, Eli Ndiaye… Scariolo ha asegurado un glorioso devenir a España que ahora requiere de un ingeniero que haga encajar las piezas. Y es que el italiano también ha tratado de plasmar su legado en el Eurobasket. Sergio de Larrea y Mario Saint-Supéry, ambos de 19 años, han debutado en un torneo con la absoluta y han acabado siendo de lo poco salvable de un equipo que cuando careció de líderes brilló por el descaro de sus dos unos.

«Hemos acabado el partido con dos jugadores de 19 años, porque lo merecían, y ese es futuro. Ellos se llevan la medalla al orgullo, sin duda. Recomiendo a mis jugadores que están junto, que crean en el trabajo que hace la FEB. Sólo puedo decir que estos lazos que hemos creado. Estoy muy orgulloso de cómo han competido. El futuro es brillante», se reconoció Scariolo en su última rueda de prensa como seleccionador español en el Spyros Kyprianou.

«El ADN real de este equipo es que nunca se ha rendido. No importa cuál sea el resultado, la lesión que haya, el tamaño del rival. Este equipo se convirtió en competidor y en ganador. Es lo que tenemos que transmitir. Todo el mundo se tiene que sentir miembro de la misma familia, y mantener el legado muchos más años», dijo un Scariolo que se ha convertido en la máxima expresión de La Familia.

De Larrea y Saint-Supéry

«Casi me siento más triste por ellos. Yo he tenido muchos premios con este equipo, he ganado muchas medallas. Me gustaría que ellos volviesen a ganar y a disfrutar porque lo de los dos chicos ha sido emotivo. Me gusta que esa imagen pueda ser la de cerrar una puerta pero abrir otra», concluyó, refiriéndose una vez más a De Larrea y Saint-Supéry.

Lo próximo para España, ya con el que sea elegido nuevo seleccionador, serán las ventanas FIBA de clasificación para el Mundial de Qatar 2027. Una oportunidad perfecta que a partir de finales de noviembre servirá para seguir contemplando la progresión de los bases de Valencia Basket y la universidad de Gonzaga y del resto de jugadores que componen la larga lista de nombres que son el legado intachable de Scariolo.

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