Leclerc admite la superioridad de Sainz y culpa al coche de sus malos resultados

Charles Leclerc está viviendo en sus propias carnes lo que Carlos Sainz sufrió el año pasado: ser superado por su compañero. Si en 2022 era el español quien estaba en la sombra para Ferrari, ahora es el monegasco quien contempla como su vecino de garaje se ha puesto 19 puntos por encima en la tabla. Las tres últimas pruebas posteriores a las vacaciones (Holanda, Italia y Singapur) han dictado sentencia y colocado al madrileño como el único piloto que le ha arrebatado un triunfo a los Red Bull en el Mundial de 2023.

Eso sucedió en el último Gran Premio hasta la fecha, el de Singapur. Después de llevarse la ‘pole’ en Monza y a hacer lo propio en el país asiático, Sainz venció por segunda vez en su carrera en la Fórmula 1, mientras que Leclerc quedó cuarto. Así, se consumaba la tercera prueba consecutiva en la que el monegasco entraba a meta por debajo de su compañero en Ferrari, por lo que se ha generado una situación muy distinta a la del año pasado, en el que uno acabó segundo (Leclerc) y otro quinto (Sainz).

Es por ello que el monegasco ha explicado todo como una cuestión de adaptación al SF-23, un vehículo al que se ha adaptado mucho mejor su compañero. En su llegada al circuito de Suzuka, donde se disputará a partir de este viernes la decimosexta prueba del Mundial, Leclerc ha afirmado que el «coche» no es de su «gusto», pero que Sainz le «presiona» a adaptarse él también.

«Sainz, en Monza y Singapur, ha estado completamente metido. Ha sido muy, muy fuerte. Es genial tenerlo en esta forma, porque también me empuja a comprender un poco más mi estilo de conducción y a tratar de adaptarlo a este coche», admitió Leclerc en la rueda de prensa oficial de la FIA antes del Gran Premio de Japón al ser preguntado sobre la superioridad que a día de hoy está demostrando su compañero en la escudería italiana.

Leclerc sufre y Sainz sonríe en Ferrari

Lo cierto es que el Ferrari de 2023 es mucho peor coche que el anterior. Un cambio que no fue el único con el que ambos pilotos se encontraron de cara a la nueva temporada, un año para el que Mattia Binotto fue sustituido por Fred Vasseur como jefe de equipo. Toda una serie de cambios que viene sufriendo Leclerc desde el día uno del Mundial (abandonó en Baréin).

«Pilotar el SF-23 fue un desafío ya desde la primera carrera, simplemente porque tenemos este coche muy impredecible. No es que sea un coche con subviraje, sino que simplemente hay que ponerle subviraje para que sea predecible. Y esto es un poco complicado», clamó Leclerc en su protesta contra su nuevo monoplaza, fabricado por el fabricante italiano.

Sin embargo, Sainz prefiere ser optimista y pensar que los problemas del vehículo no supondrán un reto mayúsculo en Japón. «El coche sigue siendo difícil de conducir, no nos lo está poniendo fácil este año. En cuanto volvamos a enfrentarnos a situaciones de viento y curvas largas creo que aún sufriremos, pero es un coche que puede hacer la ‘pole’ como ya vimos con Leclerc en Bakú, casi en Mónaco y también en Singapur y Monza», señaló el español.

Y hablando en clave de futuro, Sainz quiere repetir triunfo en el país asiático, puesto que considera que sería un buen augurio para el año que viene, donde Ferrari quiere volver a competir por todo. «Realmente espero que sea posible repetir en Suzuka. Tengo muchas ganas de que suceda, porque si lo hacemos, sería una muy buena señal para el futuro», vaticinó el ganador de Singapur.