Fórmula 1

Carlos Sainz toma el mando en Ferrari

Carlos Sainz
Carlos Sainz celebra su triunfo en Singapur. (Getty)
Kike Sáez

En la Fórmula 1 hay fines de semana en los que todo te viene de cara, en los que incluso parece que nada puede fallar o ir mal, ni a ti ni a tu equipo. Eso fue algo que experimentó Carlos Sainz en el decimoquinto Gran Premio del Mundial 2023, el de Singapur. El piloto español ganó por segunda vez en su carrera y firmó una participación estelar sobre el asfalto de Marina Bay, un circuito en el que dio la sensación de ser un anfitrión perseguido por 19 invitados.

No hubo fisuras en ese Ferrari a lo largo de todo el fin de semana, siendo los Libres 1 la única sesión en la que cedió el liderato, precisamente, a su compañero Charles Leclerc. En el resto de pruebas demostró ser el piloto que mejor había entendido las condiciones de uno de los trazados más duros del calendario. Líder en los Libres 2 y 3, vuelta rápida de ensueño para llevarse la ‘pole’ y un carrerón de libro para hacer sonar el himno de España en Singapur.

2023 no estaba siendo un año fácil para Carlos Sainz. Un piloto continuamente discutido dentro de su equipo y en muchas ocasiones a la sombra de Leclerc. Algunas sin motivo. También en lo económico, ya que su salario es la mitad que el de su compañero (11.250.000 euros). Cierto es que la temporada pasada el monegasco demostró haberse adaptado mejor al coche, sacándole habitualmente esa décima que Sainz no era capaz de rebajar. Sin embargo, cuando sólo restan siete fechas del vigente campeonato, se puede observar cómo los roles se han invertido dentro de la escudería italiana. El piloto español ha cogido el mando, el volante, e incluso las llaves del garaje de Ferrari, y no piensa soltar ninguna de ellas.

Los datos lo dicen. Afianzado en la quinta posición de la tabla (142 puntos), con 19 puntos más que Leclerc y empezando a acercarse a marchas forzadas a un Fernando Alonso (170) al que Aston Martin se lo está poniendo muy difícil para que resista en la cuarta plaza. Un estatus que se ha labrado carrera tras carrera, después de varios domingos de bofetones, como él mismo bautizó, en el arranque del Mundial. Carlos Sainz es un piloto al que no se le conoce una mala calificación que le lastre en carrera, ya que sólo en Hungría se quedó fuera de la Q3. Todo lo contrario, él da todo lo que tiene los sábados a sabiendas de que el domingo puede no depender tanto de él, sino de Ferrari.

Carlos Sainz se ha ganado la renovación

Su equipo, siempre e históricamente peculiar, ha vuelto de las vacaciones irreconocible: 74 puntos ha sumado entre Holanda, Italia y Singapur para colocarse como el tercer mejor fabricante, en detrimento de Aston Martin. 50 son de Carlos Sainz (5º, 3º, 1º) y 24 de Leclerc. El español es quien lleva actualmente el pan a esa casa italiana que le tiene atado este, y una temporada más. El futuro es bastante incierto para él porque nadie le asegura en su equipo que su contrato se vaya a extender más allá de 2024. De hecho, en las últimas semanas se llegó a decir que tiene firmado un precontrato con Sauber para un proyecto a partir de 2025.

Él ha demostrado en pista no estar demasiado pendiente de nada de eso y, simplemente, disfruta de lo que más le gusta, competir. «Quizás estoy en mi mejor momento desde que llegué a Ferrari», dijo Sainz tras conseguir su segunda ‘pole’ este año. Su idea parece clara: hacerlo lo mejor posible cada fin de semana con la idea de estar ahí el día en el que su equipo le entregue un coche ganador, ya que él sí ha demostrado serlo en Singapur. Y no sólo eso, también le ha dicho a los mejores ‘aquí estoy yo’ con un dominio de un circuito urbano en el que la habilidad lo es todo.

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