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Aviso urgente del SEPE: te van a quitar más de 1.000 euros de tu cuenta por hacer esto

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Blanca Espada

Cada vez que se habla de pensiones, ayudas sociales o prestación por estar al paro, es importante que estemos atentos a lo que se dice. No es para menos: lo que decide la Seguridad Social en este caso, con respecto de la prestación por desempleo no es un tema baladí, sino el dinero con el que miles de familias llegan a fin de mes. Y esta vez el golpe viene de una reforma que, aunque se presentó casi de puntillas, se va a notar en los bolsillos de los desempleados. Un aviso del SEPE que puede hacer que pierdas más de 1.000 euros de tu prestación sin ser en realidad, muy consciente de ello.

El cambio tiene que ver, como decimos, con las prestaciones del SEPE que se dan cuando una persona se queda sin trabajo y necesita un respiro económico mientras busca una nueva oportunidad. Hasta hace poco, los importes eran estables. Pero desde noviembre de 2024 la situación ha cambiado, y lo que parecía una buena idea (dar un poco más al inicio) en realidad es un recorte encubierto que hace que, en un año, puedas perder más de 1.000 euros sin que te des cuenta. Lo peor de todo es que este tipo de reformas no se notan al principio. Durante los primeros meses incluso parece que se cobra algo más, pero después empieza la reducción de la que pocos son conscientes: el importe se va reduciendo tramo a tramo, justo cuando la persona más necesita estabilidad porque lleva tiempo sin encontrar empleo.

La reforma del SEPE y los tramos que vacían tu bolsillo

El Real Decreto-Ley 2/2024 introdujo una fórmula que a simple vista suena razonable: dar una cantidad más alta los primeros seis meses, con la idea de que el parado tenga algo más de margen para reorganizarse. En cifras, hablamos de un 95 % del IPREM, que son unos 570 euros al mes. Pero a partir del séptimo mes la cosa cambia y baja al 90 % (540 euros). Si llegas al año en paro, se queda en el 80 %, es decir, unos 480 euros.

Antes todo era más sencillo. Se cobraba una cantidad fija, sin importar cuánto tiempo llevases desempleado. Ahora, aunque los primeros seis meses te parezca que ganas algo más, al final del año descubres que has perdido alrededor de 1.080 euros respecto al sistema anterior. Es un agujero silencioso que solo notas cuando echas cuentas.

Los defensores de la reforma dicen que así se motiva a la gente a encontrar trabajo rápido. Pero ¿qué pasa cuando el mercado laboral está complicado? Para muchas personas mayores de 45 años, por ejemplo, no es una cuestión de ganas, sino de que apenas hay ofertas adecuadas para su perfil. Y mientras tanto, las facturas siguen llegando y no podemos olvidarnos tampoco de como el coste de la vida sigue creciendo.

Las sanciones que pueden dejarte sin nada

A este recorte se suman nuevas normas mucho más estrictas para conservar la prestación. Si cobras el paro y no informas de otros ingresos, aunque sean pequeños, el SEPE puede sancionarte entre uno y tres meses sin cobrar. Y si reincides, puedes perder el subsidio por completo. También hay que avisar si te vas al extranjero, aunque sólo sea por un tiempo breve, porque de lo contrario podrías quedarte sin ayuda.

Otro punto clave: rechazar un empleo o un curso de formación puede suponer que te corten la prestación. Incluso no presentar la declaración de la renta (recuerda que desde este año 2025 es obligatoria) puede hacer que se suspenda el cobro hasta que regularices la situación. Y no olvidemos la famosa tarjeta de empleo: si no la sellas a tiempo (y más ahora que puedes hacerlo cómodamente online), la sanción está asegurada.

Todo esto convierte a algunas de las personas que cobran el paro en una especie de funambulistas, siempre al borde de perder una ayuda que, para la mayoría, es su única red de seguridad. Y si el SEPE detecta cualquier irregularidad, no sólo te quita el paro, sino que puede pedirte que devuelvas lo ya cobrado.

¿Quién se libra de este cambio y recorte para la prestación por desempleo?

Hay un único grupo que escapa a esta caída de ingresos: los mayores de 52 años. Para ellos existe un subsidio especial que les garantiza una base de cotización hasta la jubilación. Es una forma de que, cuando llegue el momento de cobrar su pensión, no se encuentren con un vacío en su historial laboral.

Pero esta excepción no compensa el malestar que ha generado la reforma. Para el resto, cada mes que pasa es un golpe más al bolsillo, y las críticas no se han hecho esperar. Asociaciones de parados y expertos en economía familiar coinciden en que estas medidas no solucionan el problema real del desempleo, y mucho menos garantizan unas pensiones dignas en el futuro.

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