Al Barcelona le funcionó el Plan B de Koeman en la Champions

Koeman encuentra ‘vida inteligente’ en el planeta Barça sin Messi

El Plan B de Ronald Koeman funcionó en Kiev. Con Leo Messi en Barcelona, la segunda línea culé presentó sus credenciales ante un combativo Dinamo de Kiev

Las claves del plan B de Koeman que da esperanzas al Barcelona

Barcelona
A Koeman le funciona el Plan B sin Leo Messi. (AFP)

¿Hay vida más allá de Leo Messi? Es la pregunta que se hacen muchos aficionados blaugranas. El tiempo del argentino comienza a agotarse, cada vez queda menos arena que cae en su reloj culé. Esta semana, tras el lío con sus nuevas declaraciones y el tropiezo ante el Atlético de Madrid, Ronald Koeman se armó de valor para dar descanso al argentino (y a Frenkie de Jong) y crear un nuevo precedente: no estaba Messi y, a diferencia del día ante el Betis, estaba vez no podría saltar desde el banquillo para arreglar ningún entuerto.

Messi se quedaba en Barcelona y no viajaba a Kiev. Era la primera sorpresa que tenía preparada Koeman para el encuentro ante el Dinamo. No sería la única. En torno a las ocho de la tarde, saltaba otra, la alineación del partido. Ni rastro de tres teóricos titulares como Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé y Jordi Alba, a los que había que sumar las lesiones de Piqué, Sergi Roberto, Busquets y Ansu Fati.

Las bajas eran notorias y el holandés tiraba del Plan B y de parte del C para sacar un once competitivo en Kiev… sin Messi. No le salió mal la jugada a Koeman. En un once repleto de alternativas y oportunidades, carente de líderes, el Barça encontró oxígeno en un planeta desconocido. Ter Stegen seguía bajo palos; Mingueza como pareja de Lenglet; Dest y Junior en la los laterales; Aleñá y Pjanic en el doble pivote; Pedri, Coutinho y Trincao en la línea de mediapunta –la más asentada– y Martin Braithwaite como referencia ofensiva.

Hay esperanza sin Messi

La media de minutos disputados esta temporada por el once inicial de Koeman era bajísima. Era arriesgado introducir a tantos relevos, tantas alternativas, había dudas de cómo se entenderían tantos piezas que no estaba habituadas al ritmo de competición. Pero, ante todo pronóstico, funcionó. Es paradójico, que el Kiev más golpeado por el Covid-19 sorprendiera al Barça titular en el Camp Nou y que, el recuperado de ayer estuviera a merced de un dominador Plan B en el que, más allá de las ausencias, tampoco estaba Messi.

Los culés fueron solventes, tuvieron el control de la pelota en prácticamente todo el partido, no concedieron momentos de locura y acabaron goleado. Fue la gran noche de Dest, que presentó su fuerte candidatura ante la baja de Sergi Roberto. Paso al frente también de Mingueza, al que alabó positivamente Koeman tras el partido y que podría tener su momento tras la lesión de Piqué. Brilló Pedri y un desequilibrante Trincao. También Martin Braithwaite, que participó en el 0-1, demostró su oportunismo en el área empujando el 0-2, provocó el penalti y se llenó de valor para ejecutarlo como si el espíritu de Messi le hubiera poseído allí mismo.

El Barcelona de los actores secundarios dio la talla ante el Dinamo de Kiev que, sin ser un rival para lanzas las campanas al vuelo, sirvió para armar de confianza a jugadores que parecían en el olvido. Hay vida más allá de Leo Messi ahora que las dudas sobre su salida son cada vez más fuertes y que su fútbol cada vez se hace más predecible.

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