El juez de disciplina social de la Liga es íntimo del jefe de gabinete de Tebas

El caso Fuenlabrada ha tomado un nuevo calibre después de la sorprendente resolución del juez de disciplina social de la Liga. Manuel Rivero González hizo público que no iba a adoptar ninguna medida contra el Fuenlabrada por el brote de coronavirus generado y además reprendió al Deportivo de La Coruña y a los políticos gallegos por todo el ruido mediático en torno al caso.

La resolución, que parece escrita por el puño y letra de Tebas para su beneficio, es otro ejemplo más de cómo el presidente de la Liga está enfangando en este asunto donde ha puesto en riesgo la salud pública y la integridad de la competición. Nadie duda del prestigio de Manuel Rivero González como jurista, pero también hay que conocer su pasado y sus motivaciones para hacer una resolución tan favorable a los intereses de la Liga.

Tebas hace tiempo que eliminó de su organización los Comités de Disciplina Social de la Liga y Comité Social de Recursos de la Liga, órganos compuestos en su mayoría por abogados del Estado de prestigio, pero que no bebían de sus designios siempre que quería. Manuel Rivero González ejercía como suplente en uno de ellos. Tebas, cuando fulminó esos organismos, estableció un Juez Único –que cobra por resolución de la Liga, por supuesto– y promocionó por mediación de su Jefe de Gabinete, Víctor Manuel Martín Ortega, al letrado que ahora le firma resoluciones a la carta.

Víctor Manuel Martín Ortega, alias Iceta o El Chupa en el mundo del fútbol, estudió junto con el juez Manuel Rivero González en Valladolid donde acudieron juntos a la universidad de Derecho y compartieron vida en colegios mayores. Tebas, en cuanto su empleado se lo ofreció, accedió encantado a fichar a este juez para que le hiciese el trabajo sucio dándole un halo de credibilidad a todo lo que hacía, aunque las cosas caen por su propio peso. Sin ir mas lejos Martín Ortega es uno de los testigos utilizados por el instructor del juez en un claro caso de conflicto de intereses que en cualquier situación judicial normal llevaría a Rivero González a inhibirse de sus funciones. 

No parece anecdótico que Martín Ortega, que proviene del Numancia laboralmente, haya sido uno de los impulsores de las constantes revisiones de sueldo de Javier Tebas al frente de la Liga y es considerado por muchos como uno de sus espartanos particulares. En 2020, tras años de esfuerzo, ha logrado situarse como Jefe de Gabinete del presidente. Poco ha tardado el mandamás de la patronal en cobrarle sus servicios, aunque sea a costa del prestigio de un amigo.