James marcó, pidió perdón y se marchó aplaudido: «Gracias a todos por la ovación»

James Rodríguez estuvo cerca de amargare la fiesta al Real Madrid. El colombiano hizo el gol del empate a dos del Bayern de Múnich, lo que puso contra las cuerdas a conjunto blanco. El todavía jugador madridista, cedido en el conjunto alemán, fue uno de los protagonistas de la eliminatoria. El morbo estaba servido con su regreso al Bernabéu y el mediocentro no defraudó. James marcó, pidió perdón y, al ser cambiado, recibió la ovación de la que fue su afición durante las últimas tres temporadas.

El Bayern atravesaba su peor momento del partido. Un error provocado por Tolisso y Ulreich hacía que Benzema pusiera el 2-1 en el marcador, lo que prácticamente sentenciaba el cruce. Sin embargo, los bávaros no decayeron. Y en estas apareció James, que aprovechó un centro llegando desde la segunda línea. El cafetero remató a puerta y se encontró con Keylor, que rechazó el balón. James continuó y cazó el rebote, mandándolo al fondo de la red.

Era el empate a dos, que metía de nuevo de lleno al Bayern en la eliminatoria. Gracias al gol del colombiano, los muniqueses se quedaban a un tanto de eliminar a vigente doble campeón de Europa. Nada más marcar, pidió perdón, tal y como había anunciado en a rueda de prensa previa al partido. El jugador no lo celebró, algo que a que fue su casa valoró.

El colombiano fue sustituido por Heynckes en el minuto 84, para dar entrada a Javi Martínez, buscando balones aéreos a la desesperada que le dieran el pase a a final de Kiev. Su cambio levantó los aplausos del Bernabéu. La afición madridista le dio su homenaje merecido el pasado curso, cuando se despidió con una gran ovación. En este caso, el público del estadio madridista le agradeció de nuevo su labor en el club, durante los tres años que estuvo defendiendo la elástica del Real Madrid.

Agradecido al Bernabéu

A la conclusión, atendió a los medios y señaló que pese a que hicieron un buen partido, «el Madrid hizo cosas buenas». Los muniqueses centraron sus críticas en el árbitro, por un posible penalti cometido de Marcelo -por mano- tras un centro: «No lo vi, porque estaba lejos, aunque mis compañeros dicen que sí que fue. Si fue, sí que influyó».

Tampoco quiso cargar contra Ulreich. El portero del Bayern cometió un fallo clamoroso y provocó el segundo gol de Benzema: «No hay que echarle la cupa. Nos ha salvado en más de una ocasión. Hemos hecho errores puntuales. Ahora tenemos que pensar en la próxima final que tenemos, que es la de copa y hay que ganar».

Por último, James quiso agradecer a la afición madridista a ovación brindada. «Estuve tres años, en los que fui feliz y estuve muy bien. Quiero decir que hice cosas buenas aquí y solamente que gracias a todos por la ovación», finalizó el colombiano.