La actuación heroica de Gasol regala a España el bronce más sufrido de la historia
Por si es la última vez, gracias, gracias de todo corazón generación del 80. Los últimos heroes –Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, José Calderón y Pau Gasol– de este grupo que fue campeón del mundo junior en Lisboa en 1999 posiblemente no vuelvan a vestir la camiseta de la selección española, aunque ni ellos mismos saben qué decisión tomarán. El bronce olímpico logrado hoy ante Australia redondea una trayectoria en la que España ha ganado en una década dos platas olímpicas, un Mundial y tres EuroBasket, lo que antes no se había logrado en 50 años y que posiblemente no se consiga en los próximos 50.
Todo por obra y gracia de Pau Gasol, el mejor jugador español de todos los tiempos, que se despidió de los Juegos Olímpicos firmando una actuación imperial para tumbar a Australia (89-88). El de Sant Boi logró 31 puntos y 11 rebotes para dar a España una medalla de bronce agónica. La selección sufrió hasta el último segundo para certificar el triunfo. Dos tiros libres de Sergio Rodríguez a cinco segundos del final establecieron el marcador definitivo y luego una gran defensa de los nuestros dejó a los campeones de Oceanía sin poder lanzar a canasta. Una mano providencial del siempre discutido Claver, que hoy fue más decisivo que nunca para España.
Y esa mano providencial de @Victor_Claver…
¡Qué mano! pic.twitter.com/dBHXlLtL8O— Liga Endesa (@ACBCOM) August 21, 2016
España lo pasó mal, muy mal en el partido. Quiso resolver por la vía rápida con Pau y Mirotic inspiradísimos en los primeros minutos, pero vayamos en defensa en el segundo cuarto. Del 40-28 que llevaba España a cuatro minutos del descanso se pasó al 40-38 en el intermedio. Australia había hecho click tras su fracaso ante Serbia y entró en la partido como un torbellino.
En el tercer cuarto, el futuro compañero de Pau Gasol en los Spurs, el base Patty Mills entró en erupción con 13 puntos en ese periodo. Australia culminaba su remontada, al tiempo que España buscaba con desesperación que alguien, aparte de Pau, diese un paso adelante en sus prestaciones. No fue el día para que Llull –1 de 9 en tiros– reclamara el trono de Navarro como mejor escolta español.
Australia, mientras tanto, estableció su tempo del partido con ataques pases veloces y eléctricos que eran complicados de seguir para España. Los nuestros entraron al trapo con un Sergio Rodríguez renacido en el último cuarto –11 puntos– y un Rudy que prestó un gran servicio desde la defensa. Pau sentía más compañía, pero España era incapaz de despegarse en el marcador. Nuestros rivales anotaban una vez sí y otra también.
En el momento crítico, Pau sacó fuerzas de flaqueza y anotó 6 de los últimos 10 tantos de España en los últimos dos minutos. El de Sant Boi hasta se pudo resarcir del partido que perdimos ante Croacia en la fase de grupos por fallar dos tiros libres anotando dos que fueron definitivos a 30 segundos. Australia, con Mills en la treintena de puntos, lo intentó todo, pero ni llegaron a tirar en el último ataque.
Puede que sea la despedida, o puede que no, de esta España histórica que enlaza tres podios olímpicos consecutivos en la competición más laureada del baloncesto mundial. Ninguno de sus rivales salvo Estados Unidos puede presumir de un récord tan singular y es que Gasol y su generación son únicos, son leyenda.