Guerreiro: una misión imposible para el Atlético

El Atlético de Madrid, como la mayoría de los clubes de Europa, ya trabaja en la confección de la plantilla de la próxima temporada sabiendo que se enfrentan al mercado de fichajes más atípico de la historia. En los planes colchoneros estaba marcado en rojo intentar reforzar el costado izquierdo y un nombre destacaba sobre el resto: el del jugador del Borussia de Dortmund Raphael Guerreiro.

El jugador portugués, que ha arrancado a un nivel altísimo en el regreso de la Bundesliga, tiene enamorado a Andrea Berta, director deportivo de la entidad. Su velocidad, polivalencia y profundidad le hacían ser el objetivo perfecto, pero a día de hoy también una misión imposible. Al Atlético no le cuadran las cuentas para afrontar la operación.

Guerreiro tiene contrato con el Borussia Dortmund hasta junio de 2023 y actualmente se encuentra cómodo en Alemania. A ello hay que sumar que los amarillos no tienen ninguna necesidad de vender y que el Atlético llega mermado del mercado después de la crisis del coronavirus, que les obligó incluso a acogerse a un ERTE.

Ante la imposibilidad de acometer un fichaje de ese calibre, el Atlético se puso a trabajar en otras alternativas a coste cero. El nombre de Kurzawa, que finaliza contrato con el PSG, también estaba encima de la mesa. Sin embargo, finalmente la entidad colchonera se ha decantado por repescar a Caio Henrique, regresa al Atlético de Madrid tras poner fin a su cesión en Gremio, donde se encontraba desde principio de año.

El conjunto brasileño anunció este viernes el fin de la cesión en un comunicado. El Atlético toma así la decisión de recuperar a un jugador que, pese a tener en propiedad desde 2016, apenas ha tenido protagonismo en el cuadro rojiblanco. Caio Henrique, de 22 años, pasó por el juvenil y el filial del Atlético y llegó debutar con el primer equipo en un partido de Copa del Rey ante el Guijuelo, pero fue cedido después a Paraná, Fluminense y Gremio de Porto Alegre.

El Atlético  ya sabe que, pase lo que pase, a final de temporada y saque un billete o no para la próxima Champions, deberá apretarse el cinturón y cambiar su política de fichajes. De hecho, la estrategia actual es la de rastrear el mercado en busca de jugadores que finalizan contrato para poder cerrar así incorporaciones sin tener que pagar traspaso al club de procedencia.