Guardiola peca de cobarde con el City: planta el autobús y le empatan en el 93′
Martinelli empató en el descuento pese al gol inicial de Haaland
El City sigue fuera de Europa y a ocho puntos del Liverpool
La Premier da vía libre al dopaje financiero del Manchester City: recibirán 1.200 millones desde Emiratos

El Manchester City vive un drama en este arranque de temporada. Este domingo volvieron a pinchar ante el Arsenal (1-1) después de haber generado esperanzas tras dos victorias consecutivas. Un empate que, más que doler por dejarse dos puntos en el descuento, dejó muy tocado a un Pep Guardiola después de mandar el equipo atrás ante la escasa táctica mostrada en el Emirates Stadium.
No le está siendo fácil al técnico catalán encontrar la manera de ser dominador como hace un par de años. Ni los fichajes ni las inyecciones financieras han hecho volver a ser como eran antes, y cada fracaso es un duro golpe en el Etihad. Ganar al United y al Nápoles de poco les sirvió después de dejar una imagen muy cuestionable ante un rival directo por la Premier League.
Castigo a Guardiola por racanería
Un golazo de Martinelli en el tiempo añadido castigó la racanería del Manchester City, que se adelantó a los diez minutos por medio de Erling Haaland y se metió atrás, acumulando defensas y jugando al contraataque, sin el premio del triunfo (1-1).
El brasileño, con una genialidad de vaselina sobre Gianluigi Donnarumma en el último instante, niveló un partido extraño en el Emirates Stadium, porque Pep Guardiola se tornó en pragmático, recordando al que ganó el triplete, para intentar guardar un partido que comenzó roto con un gran gol de Haaland al contraataque.
El noruego dibujó una contra de espaldas a la portería, recibiendo, parando y descargando antes de salir a la carrera y dejar atrás a un Gabriel que se desgañitaba en lugar de atrapar al delantero, que llegó ante David Raya e hizo lo que mejor hace: marcar.
Ese tanto debía generar un asalto progresivo del Arsenal, pero solo fue a la guerra Noni Madueke, el único activo, el único que encaraba. Pese a la insistencia del inglés, el Arsenal solo logró un disparo a puerta en los primeros 45 minutos. Un registro paupérrimo para un equipo que juega en casa y que sabe que cada punto que se le escape es una posibilidad menos de ganar la liga.
Un asedio del Arsenal que no pudo evitar el City
En el descanso, Arteta tomó la sorprendente decisión de quitar a Madueke, el mejor, para dar entrada a Bukayo Saka, de vuelta tras lesión, y el Arsenal mejoró un poco, sobre todo con la llegada de Eberechi Eze. El ex del Crystal Palace tuvo junto a Martín Zubimendi las mejores ocasiones, disparos desde posiciones difíciles, pero que se fueron desviados o que solventó Donnarumma sin mayores problemas.
El público se impacientó, no entendía por qué tan poco colmillo y espíritu de ganar el partido sobre el campo, mientras Guardiola se dedicaba a quitar futbolistas de ataque y meter defensas para asegurar el resultado. El Guardiola más pragmático fue el que ganó el triplete. Quizás el técnico español quiere volver a eso.
De momento, no le ha dado resultado. En el minuto 92, con seis defensas en el campo y dos mediocentros defensivos, el City concedió el gol del empate. Eze encontró el hueco entre los centrales y Martinelli, autor de gol y asistencia en Bilbao ante el Athletic en Liga de Campeones, confirmó que está de dulce. Elevó la pelota por encima de Donnarumma y, con intriga, entró en el arco del Emirates.
El Arsenal sacó un punto que le sabe a poco, porque el Liverpool se marcha a una distancia de cinco, pero peor es este resultado para el City, que es noveno con apenas siete de quince posibles. Guardiola tiene que seguir buscando soluciones.