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El Girona sigue los pasos de otras grandes sorpresas europeas

El Girona está siendo una de las grandes sorpresas de Europa firmando números que le colocan como candidato a nueva sorpresa del siglo

Girona
El Girona celebra uno de los goles a Osasuna. (EP)

A lo largo de los últimos 25 años se ha dado alguna que otro hazaña tan vigorosa como la que está completando por el momento el Girona de Míchel. El conjunto gerundense lleva 12 jornadas a un nivel excelso, superlativo, registros de campeón, de equipo grande y consolidado en lo más alto como lo están a día de hoy Real Madrid, Atlético de Madrid o Barcelona, los únicos que mantiene el ritmo estelar que sacude Montilivi cada dos jornadas.

El Girona sigue los pasos de otros clubes modestos, ajenos al majestuoso poderío de los clubes grandes, los reyes habituales de las grandes Ligas. Equipos pequeños que durante cierto tiempo y bajo determinadas condiciones, logran romper la brecha de lo normal, de lo estipulado, de la coherencia, para plantar cara a la burguesía del fútbol para dar un golpe sobre la mesa. Leicester, Montpellier, Wolfsburgo Deportivo de la Coruña ya lo hicieron en el pasado.

Cumplimos prácticamente un tercio de Liga EA Sports en esta jornada 12, un buen pellizco para tomar conclusiones de lo que está pasando esta temporada en Girona. 12 partidos son suficientes para afirmar que lo que está consiguiendo en Montilivi poco tiene que ver con la suerte, con la coincidencia, con el azar a veces tan oportuno en el fútbol. El Girona suma 10 victorias, un empate y una derrota en 12 jornadas, en las que ha sumado 29 goles a favor –una media cercana a los tres goles por partido–, y con sólo 15 encajados. Recordemos que esta es la cuarta temporada en su historia en Primera…

Y es que el Girona le sigue el pulso al Madrid en este inicio liguero y eso, en cualquier caso, son palabras mayores. Palabras mayores porque tras su empate en la jornada inicial ante la Real Sociedad, los de Míchel han enlazado dos rachas de victorias, una de seis triunfos consecutivos y la actual de cuatro, con la única mancha por el camino de su derrota en Montilivi con el Real Madrid (0-3). Le ha ganado a Getafe, Sevilla, Las Palmas, Granada, Mallorca, Villarreal, Cádiz, Almería y Celta de Vigo. Aún debe jugar con equipos de clasificación alta como Atlético de Madrid, Barça o Betis, pero la proyección actual es de acabar la temporada rozando los 100 puntos… (98,1).

Las otras grandes sorpresas de Europa

Pese a que todos los entrenadores dicen que los campeonatos se ganan en abril y mayo, la realidad es que el Girona está compitiendo en cada campo con una personalidad y autonomía que recuerda a las de otras grandes hazañas de este siglo. En la memoria de todos, la épica más reciente que se recuerda en Europa es la del Leicester City en 2016 conquistando la Premier League, el torneo más potente y competitivo del viejo continente.

Claudio Ranieri logró hacer de un equipo sin estrellas, una familia que fue capaz de plantar cara a los Arsenal, Tottenham, Manchester City, United o Liverpool en una temporada en la que sólo perdieron… ¡tres partidos! La solidez, consistencia y sintonía de aquel equipo les permitió acabar el curso con 10 y 11 puntos de diferencia con los gunners y los Spurs, una hazaña de auténtica locura con jugadores como Jamie Vardy, N’Golo Kanté, Drinkwater, Riyad Mahrez o Shinji Okazaki.

Pero no fue el único que brilló por su heroica. En 2012, el Montpellier hizo lo mismo en Francia poniendo freno al inicio de lo que sería una  racha triunfante del Paris Saint Germain, que vivía sus primeros compases bajo el dominio de Qatar y la presidencia de Nasser Al-Khelaifi. Aquel Montpellier, presidido por Louis Nicollin y entrenador por René Girard en un proyecto que tuvo poco de casual pero que tras tres temporadas en la élite, consolidarse y asentar las bases, logró el éxito del campeón con jugadores como Belhanda, Cabella, Utaka y un joven Oliver Giroud, que logró 21 goles en aquel curso.

Un años antes, en 2009, fue el Wolfsburgo de Felix Magath el que pegó la campanada en Alemania destronando de su dominio al Bayern de Múnich en una temporada histórica en la que sobresalieron Edin Dzeko y Grafite, dos delanteros que se convirtieron en una de las duplas de ataque más increíbles del panorama europeo con 26 y 28 goles aquel curso. Para el recuerdo de aquel campeón fue el 5-1 que logró endosarle al Bayern con uno de los goles más humillantes que se recuerdan donde Grafite hizo lo que quiso con la zaga bávara y acabó marcando de tacón para delirio del Volkswagen Arena.

En España también hubo otro gran caso de épica y heroicidad. El Deportivo de la Coruña logró en los inicios de los 2000 plantar cara a Real Madrid y Barcelona. El conjunto gallego logró llevarse en la 99/00 el título de Liga con Javier Irureta en el banquillo y un Makaay que se fue a los 22 goles aquel curso. Donato, Djalminha, Flávio Conceiçao y Mauro Silva ponían el gen brasileño de aquel equipo con Víctor, Romero, Fan o Manuel Pablo como referentes españoles.

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