Fórmula 1

Fernando Alonso lo vio venir con Alpine: Renault le deja sin motor y la escudería sigue en demolición

La marca de coches dejará de motorizar a la escudería francesa a partir de 2026

El antiguo equipo del asturiano deberá buscar nuevo suministro

El reemplazo apunta a ser Mercedes, que a día de hoy nutre de potencia a Aston Martin

Alonso Alpine
Fernando Alonso y un Alpine destrozado. (Getty)
Kike Sáez

Fernando Alonso detectó en su día que algo no iba bien en Alpine. No era difícil notarlo viendo el rendimiento de 2022, pero sí que había que estar avispado para darse cuenta de que todas las promesas no valían para nada y que esa ilusión se acabaría transformando en un proyecto en demolición. La última fuga de la escudería francesa ha sido la más importante de los últimos tiempos y es que Renault dejará de ser su suministrador de motores a partir de 2026.

Es decir, 2025 será el último año en el que la mítica marca de coches tenga representación en la Fórmula 1 después de casi medio siglo, 11 títulos de pilotos y 12 de constructores. La caída en picado que vienen sufriendo desde hace una década ha hecho que Renault abandone el Gran Circo y deje así de motorizar a la escudería con la que Alonso ganó dos Mundiales en 2005 y 2006.

En su regreso en 2021, el asturiano sólo recibió promesas en vano y es por eso que en agosto de 2022 decidió no renovar su contrato con Alpine y poner rumbo a Aston Martin, que a la espera de que se convierta en caballo ganador ya le ha ofrecido sobradamente más garantías que la escudería con sede en Enstone.

Alonso, además de destacar por ser uno de los más grandes dentro de la pista, también lo hace por adelantarse al futuro y aunque muchos critican algunas de las decisiones que tomó en su trayectoria, lo cierto es que cada paso que ha dado era el adecuado en su momento. El último, como decimos, fue dejar Enstone por Silverstone y embarcarse a un equipo muy nutrido económicamente y con vistas al éxito en un futuro no muy lejano.

Alonso y la situación actual de Alpine

Alpine ya no sólo es que vaya a perder el motor Renault dentro de dos años, lo que le obligará a buscar uno nuevo que apunta a ser el de Mercedes –actual motorista de Aston Martin con Alonso–, sino que en los últimos meses viene deshaciéndose en fascículos en una subasta incomprensible de su accionariado.

Además, en el último año ha pasado por las manos de tres jefes de equipo distintos –Otmar Szafnauer, Bruno Famin, y el actual Oliver Oakes– y contando con los del año siguiente por cuatro pilotos distintos –Alonso, Esteban Ocon (se irá a Haas en 2025, Pierre Gasly y Jack Doohan (llegará para el siguiente campeonato). Toda esta situación, a la que se suma un pésimo rendimiento en el asfalto, hace que estén penúltimos en la clasificación de constructores, habiendo sumado sólo 13 puntos a estas alturas.

Por su parte, el asturiano continúa ultramotivado de cara al único objetivo que tiene ya a sus 43 años en la F1, que es ser campeón del mundo por tercera vez. Así de claro lo dejó en un acto recientemente, poniéndose además el plazo de dos o tres años para conseguirlo.

El mes pasado Alonso recibía la gran noticia del fichaje de Adrian Newey, el superingeniero de Red Bull que aterriza en Silverstone para cambiarle la cara a Aston Martin y hacerle soñar con la gloria de cara al nuevo reglamento que entrará en vigor en 2026 y al que no se ha querido sumar Renault con Alpine.

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